Reyes obligado a reinventarse

Madrid- Felipe Reyes, con permiso de Pablo Prigioni, es el jugador más odiado en el Buena Arena. En Vitoria, Caja Laboral y Real Madrid se juegan (12:30, Autonómicas) qué equipo atentará desde el jueves contra la supremacía del Barça. El pívot se ha convertido, junto a Tomic, en el jugador más desequilibrante en el equipo de Messina y eso que no ha vivido su mejor temporada desde que llegó en 2004 al Madrid.El técnico y él han tardado en entenderse. El cordobés nunca ha sido un jugador muy del gusto del entrenador italiano. Para el juego interior, siempre ha apostado por un jugador de más de 2,10 junto a un ala-pívot capaz de amenazar desde la línea de tres. Ninguna de las dos características las cumple Reyes. Por eso y por sus problemas físicos durante buena parte de la temporada, nunca ha sido una referencia para Messina. Hasta que ha llegado la eliminatoria an- te el Baskonia y especialmente los dos partidos en Vistalegre.

Reyes se ha reciclado. Pasó de ser un simple jugador interior a amenazar a 4-5 metros del aro. El siguiente paso ha sido ampliar su radio de acción a los 6,25. En el primer partido de la serie ante los vitorianos intentó tres triples en los primeros siete minutos. En el cuarto, anotó tres de seis. Su porcentaje en los últimos once partidos supera el 40 por ciento y ya se ha convertido en un arma más de su variado arsenal. Y todo esto a días de acabar su contrato con el Madrid. Desde el club se apuesta por su renovación a la baja. Él, de mo- mento, espera.