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Sebastià Alzamora se alza con el Premi Sant Jordi con «Crim de sang»

El autor mallorquín se adentra en un oscuro suceso de la Guerra Civil

El escritor Sebastià Alzamora repite en la Nit de Santa Llúcia tras ganar en 2008 el Premi Carles Riba de poesía con «La part de l'ànima»
El escritor Sebastià Alzamora repite en la Nit de Santa Llúcia tras ganar en 2008 el Premi Carles Riba de poesía con «La part de l'ànima»larazon

BARCELONA- Sebastià Alzamora volvió ayer a ser uno de los protagonistas de la tradicional Nit de Santa Llúcia que organiza Òmnium Cultural. Tras ganar el Premi Carles Riba en 2008 con el poemario «La part de l'ànima», ayer obtuvo el Sant Jordi, dotado con 60.000 euros, con la novela «Crim de sang», que será publicada por Proa el próximo año. En ella, el autor mallorquín toma como base un hecho real de la Guerra Civil: la matanza de unos hermanos maristas a manos de un grupo de anarcosindicalistas en la Barcelona del verano de 1936. Los religiosos pagaron 200.000 francos para poder salvar la vida y huir a Francia, pero acabó produciéndose una traición que desembocó en una sangría.
Alzamora también incluye otro crimen, el de un niño pequeño muerto en circunstancias extrañas, que despertará la atención del protagonista, un comisario de policía. El escritor se mueve entre elementos de ficción, propios del «thriller» y la narrativa gótica.
El ganador del Sant Jordi aseguró que su obra es «una novela de intriga que se fija en un episodio concreto como es el sucedido a unos religiosos en 1936».
Otro suceso ficcionado en esta historia es el del final nunca aclarado del obispo Irurita. El autor sostiene en su obra una hipótesis. «No fue asesinado y desde el principio se habla de que ha sido retenido y recluido en un convento de monjas de clausura que los dirigentes anarquistas tienen secuestrado», comentó Alzamora.
El vampirismo también se cuela entre las páginas de la novela premiada, a partir de la investigación llevada a cabo por el comisario, así como por un juez enigmático y un médico forense. Por ello introduce «elementos góticos y fantásticos». «He querido homenajear a un nombre que admiro como Joan Perucho, así como a autores como Poe, Hoffman o Henry James. Mientras trabajaba en el libro volví a leerlos para ver si se me enganchaba alguna cosa», dijo el escritor.
En «Crim de sang» Alzamora propone al lector una reflexión sobre «el mal, pero también de cómo la fuerza de la vida se acaba imponiendo al mal». La política también aparece de pasada en la novela, aunque algunos de los personajes reales relacionados con el suceso de 1936, como el entonces conseller Josep Tarradellas, simplemente aparecen citados. Sin embargo, Alzamora cree que varios altos cargos de la Generalitat republicana estaban al corriente de las transacciones que maquinaban religiosos y anarquistas.
Por otra parte, en la velada literaria quedó finalista del Sant Jordi Joan Mas con «Kabul i Berlín a l'últim segon». El Premi Carles Riba fue para Marcel Riera por «Llum d'Irlanda» y el Mercè Rodoreda lo obtuvo Ramon Erra por «La vida per rail». Asimismo el Premi Josep Maria Folch i Torres recayó en «Llibre d'encanteris de la vella Taràndula» de Jordi Folck.