Europa

Berlín

Merkel y Hollande apelan a la unidad de Europa

El acto de conmemoración de la reconciliación francoalemana sirve a los mandatarios para lanzar un claro mensaje de impulso a la Unión

Merkel y Hollande apelan a la unidad de Europa
Merkel y Hollande apelan a la unidad de Europalarazon

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, celebraron ayer en Reims, al norte de Francia, el 50º aniversario de la reconciliación francoalemana. Esta misma reconciliación fue sellada en 1962 por el canciller Konrad Adenauer y el general Charles de Gaulle. Tanto Merkel como Hollande aprovecharon esta conmemoración para dejar claro que es necesario una Europa unida y llevar a cabo un«trabajo hercúleo» si Europa quiere superar esta crisis. Merkel y Hollande trataron de reforzar el vínculo que sellaron sus países hace 50 años y que tanto se ha cuestionado desde que el mandatario francés ganara, hace dos meses, las elecciones francesas. Desde que Hollande es presidente, se han observado claras diferencias entre la política alemana y francesa, sobre todo a la hora de gestionar la crisis, ya que la austeridad por la que apuesta Alemania choca con las políticas de crecimiento defendidas por Hollande.

Tensión francoalemana
El último choque entre los dos países llegó tras el debate sobre los eurobonos celebrado en la cumbre europea, donde Merkel mantuvo su negativa ante esta medida apoyada por Francia. Además, la semana pasada, tras la reunión de los líderes de la eurozona en Bruselas, el presidente Hollande declaró que estaba del lado de España e Italia, rompiendo así el eje francoaleman que imperaba en la Unión Europea. Por eso, tras el final de la era «Merkozy», ambos mandatarios intentan aunar posturas siempre que tienen ocasión y relajar al máximo la tensión que aumenta después de cada cumbre. En este sentido, la celebración de ayer fue el mejor escenario donde demostrar esa unión. Tras pasar revista a las tropas, Hollande y Merkel asistieron a la ceremonia, celebrada en la misma catedral donde se celebró la Misa de la Paz con Adenauer y De Gaulle y donde meses más tarde nacería el Tratado del Elíseo. Una vez celebrada la misa, Hollande afirmó en su discurso que el desafio por el que está atravesando Europa «no es el primero ni será el último, pero puede suponer un nuevo punto de partida». Para el presidente francés, «el desafío de Europa ya no es su reconstrucción, sino su transición» y por eso los integrantes de la Unión Europea deben «aliar competitividad y solidaridad, soberanía nacional y compromiso europeo», para permitir «que Europa vaya más lejos». Mientras, el discurso de la canciller alemana se basó en un mensaje tranquilizador, afirmando que «Europa es capaz» de gestionar y superar la crisis. Merkel aseguró que la Europa que fue concebida hace 20 años «no es todavía lo suficientemente fuerte» ya que, según la canciller, esta unión debe completarse «a nivel político». Durante el discurso, la mandataria alemana recalcó que la relación francoalemana no es «exclusiva» en la Unión Europea y ambos países coincidieron en que Francia y Alemania marcan el camino, pero buscan la colaboración del resto de los países que forman la Unión. A esto, el presidente francés añadió que Francia y Alemania «no quieren dar lecciones, sino simplemente dar ejemplo», y no buscan tampoco imitarse, «sino reforzar sus vínculos para ser más fuertes juntos». La ciudad de Reims, símbolo de la unidad francoalemana, sirvió de escenario para demostrar que las diferencias entre ambas políticas no enturbian las relaciones entre los países, de hecho, Hollande animó a la canciller a que escribieran juntos «una nueva página» en la historia común de sus países, que vaya más allá de sus mandatos. Hollande calificó el acto de ayer de homenaje a «De Gaulle y Adenauer», a los que definió como «visionarios» en política, cuyo gesto abrió el camino de la amistad entre ambas naciones.

«La amistad, una palabra fuerte, no se hereda, se cultiva, no se conmemora, sino que se comparte», dijo Hollande, y añadió que la buena relación entre Berlín y París «es decisiva» a la hora de superar los retos que se le plantean a la eurozona. Con este encuentro de ayer, se ha inauguarado una serie de actos que se realizarán durante este año con motivo de la reconciliación oficial de los dos países, que llegó 17 años después del fin de la II Guerra Mundial.