Reino Unido
La clamidia por Marina CASTAÑO
Ha descendido en Inglaterra el índice de enfermedades de transmisión sexual en un porcentaje muy pequeño, sí, pero, en todo caso, no deja de ser una buena noticia. Este descenso se produce casi exclusivamente en la clamidia ya que aumentaron los exámenes para detectarla, lo cual contribuyó a que las tasas no se incrementaran y se mantuvieran estables. Pero, ¿tenemos conocimiento de en qué consiste esta enfermedad? Digamos que es una infección que se contrae durante las relaciones sexuales, en cualquiera de las formas en que se realicen, si bien quienes tienen una vida más promiscua, más riesgo tienen de contagiarse. La clamidia es una afección silenciosa, ya que no presenta síntomas, y quien más la padece y quien más peligrosas consecuencias puede presentar es la mujer. Cuando ya se manifiesta de forma virulenta –quizá al cabo de las tres semanas de infectarse–, puede producir dolor de vientre, lumbago, fiebre, dolor al realizar el coito y sangrado entre períodos menstruales, pero la peor consecuencia puede ser la infertilidad o que se transmita de la madre al hijo durante el parto vaginal. Si la enfermedad no es tratada puede propagarse al útero o las trompas de Falopio y causar una grave inflamación pélvica. En el caso del hombre puede presentar secreción del pene o sensación de ardor al orinar, muy parecido al caso de la gonorrea, aunque no suelen darse complicaciones graves. Lo importante es hacerse controles periódicos si no se tiene pareja estable y monógama, como ha ocurrido el Reino Unido, para someterse a un tratamiento de forma rápida y eficaz; un tratamiento muy sencillo que consiste en la toma antibióticos prescritos por el médico, pero todo síntoma debe poner en alerta al posible candidato o candidata a contraerla, y, por supuesto, como para todas las enfermedades de transmisión sexual, el uso del preservativo evita o, cuando menos, previene del peligro de contraerlas.
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