Mariano mismo por José Antonio Vera

Más que entretenida la entrevista de anoche de Gloria Lomana en Antena 3 a Mariano Rajoy. No se quedó fuera ni lo serio ni lo anecdótico ni tan siquiera lo molesto. Por ejemplo, la pregunta de ¿Por qué leyó usted en el debate con Rubalcaba?, el candidato respondió como es él, ni más ni menos: «Oiga, es que no es fácil, pero todo lo que dije lo escribí yo personalmente a mano».

Es complicado ciertamente que a Rajoy le vayan a cambiar los asesores su forma de ser. Sus discursos en el Congreso siempre los lee, lo cual no quiere decir que no sean buenos, ni que lo haga mal cuando improvisa. En realidad es mejor improvisando, como demostró en el cara a cara. Los cuatro golpes que le asestó a su contrincante los dio sin papel alguno. Pero a Rajoy le gusta prepararse las cosas y llevarlas atadas, para no decir lo que no debe en materias esenciales. Así lo hizo el otro día y lo seguirá haciendo, pues ya se lo dijo también el presidente del PP a Lomana: «Lo que yo no voy a ser nunca es un impostor».

 Rajoy es como es, Mariano mismo, pero es verdad que ahora parece más joven. Dice que porque hace cada día una hora de deporte. Puede ser: el cambio en su aspecto físico es más que visible. Se vio en el debate en la Academia y anoche en Antena 3. Luce cierto brillo que antes no tenía y sonríe más, lo que le favorece. No eludió Rajoy ninguna respuesta ni renunció su entrevistadora a pregunta alguna. E incluso dio noticias y titulares, cosa difícil en un político que amarra tanto. Por ejemplo, dijo que habrá un par de ministerios menos, y que una supercartera de Exteriores y Economía no es ninguna tontería, aunque no la vaya a crear. Eso junto a mesura, diálogo, confianza y ningún recorte esencial en sanidad, educación y pensiones. Y si puede, recuperará con diálogo los Toros en Cataluña. Buen tono del candidato en una entrevista con bastante ritmo en la que no faltaron los internautas ni los corresponsales extranjeros ni una realización moderna.