Elecciones andaluzas
Griñán mantiene el pulso de los críticos aplazando la candidatura de Cabaña
El bastión crítico mantiene el resto de puntos de la reunión: el apoyo a los delegados y a Antonio Fernández.
SEVILLA- Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha. La guerra –por más que se niegue desde las facciones del PSOE-A– sigue dejando movimientos estratégicos y pulsos por doquier. Griñán, tras la renuncia de Pizarro, se defiende de los ataques auspiciados allende Despeñaperros. A base de palos, que no son de ciego. De momento, salva las naves. La dirección regional instó ayer –a modo de recordatorio, no vaya a ser que por Cádiz, cuna de Pizarro, o Jaén, bastión de Zarrías, anden cortos de memoria– a las direcciones provinciales a no proponer un candidato a la presidencia de cualquier diputación antes de las municipales, salvo que se cuente con mayoría absoluta. Firma la misiva la secretaria de Organización, Susana Díaz, citando un acuerdo del Federal.
Este movimiento en el tablero sucesorio se produce después de que el secretario provincial de Cádiz y presidente de la Diputación, Francisco González Cabaña, que, casualmente, no tiene mayoría absoluta en el ente, convocara una reunión del comité provincial mañana en El Puerto con la idea de hacer una propuesta de candidatura. Ante el riesgo de que el regional le expedientara e, incluso, de una disolución de su agrupación, que pasaría a regirse a través de una gestora, Cabaña pospondrá su candidatura a finales de mayo. Explicación oficial: los argumentos son «razonables», distinto hubiera sido que en lugar de una circular «genérica» hubiera recibido un escrito «amenazante» dirigido «exclusivamente a Cádiz». También se quejó al cese de Gabriel Almagro como delegado del Gobierno, indicando que «no es oportuno» y que Pizarro ya le advirtió de que dimitiría si se producía, como intentó Griñán hace un año. Esta vez se ha enterado «a través de los medios» y tuvo que frenar el amago de dimisión de todos los delegados.
Cabaña, leal a Pizarro y, por tanto, a Chaves –la vieja guardia reconvertida en sector crítico– también se reunió en Paterna con los secretarios generales gaditanos para hacer una demostración de fuerza ante la previsión de que Griñán sustituya a todos los delegados de Cádiz, una vez que Manuel Jiménez Barrios –que negó este relevo– se ha incorporado. También se cuestiona la expulsión del ex consejero Antonio Fernández, imputado en el escándalo de los ERE y «gran amigo» de Pizarro, al que la Ejecutiva ya ha marcado con la flor de lis de la deshonra, y sólo espera una señal judicial para cobrar la pieza. Estos puntos se tratarán mañana.
En el encuentro estuvo, como secretario de Política Municipal en Cádiz, el nuevo consejero de Gobernación, Francisco Menacho, que aseguró que «no hay pulso» en el PSOE y que las relaciones son «magníficas y perfectas». El dimitido viceconsejero de Gobernación, José Antonio Gómez Periñán, fue otro de los valedores de los «chavistas».
Cabaña, a instancias de Chaves –que comió pollo con tomate con el urbanista González Fustegueras para proponerle como candidato en Jerez– ya obvió los mandamientos de Griñán con el intento de vacío a Pilar Sánchez, que también fue a Paterna. O mostraba su debilidad o provocaba. ¿Aquí quién manda? Es la pregunta a dirimir, mientras Andalucía es la comunidad con más paro y la Junta está en jaque con los ERE.
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