Colom extradita al ex presidente Portillo a EE UU

La histórica decisión fue anunciada por Colom en una conferencia de prensa en la que aseguró que después de que el sistema judicial, en sus diferentes instancias, autorizara la extradición de Portillo, no le quedaba más que «respetar el proceso».

«La decisión tomada por la Presidencia está basada en la coherencia con la que hemos trabajado en la independencia de poderes. En el caso de Alfonso Portillo, la sentencia es firme por parte de un juzgado, (y) el presidente no debe meter las manos en las decisiones de los jueces y magistrados», precisó el mandatario.

Colom aseguró que las autoridades estadounidenses han garantizado que Portillo tendrá un «juicio justo» y que sus derechos humanos y seguridad se respetarán, tal y como pidió la Corte de Constitucionalidad (CC) en agosto pasado, cuando aprobó su extradición.

La extradición de Portillo, quien gobernó Guatemala de 2000 a 2004, fue autorizada inicialmente a principios de este año por un Tribunal de Sentencia Penal, decisión que fue ratificada por la CSJ y la CC, instancias a las que acudieron sus abogados tratando de evitar su envío a Estados Unidos.

La extradición fue promovida por la Fiscalía de Nueva York, que acusa al exmandatario de haber utilizado el sistema bancario estadounidense para lavar más de 70 millones de dólares supuestamente desfalcados de las arcas del Estado guatemalteco.

Según la legislación de esta nación centroamericana, una vez que los tribunales autoricen una extradición para que un guatemalteco sea juzgado en otro país y se agoten todas las instancias legales, la última palabra la tiene el presidente.

Ello implica que ahora que Colom autorizó la extradición, Portillo ya no tiene ninguna posibilidad de impedir su traslado a Estados Unidos, lo cual, según fuentes judiciales, podría producirse antes de que concluya el año.

El exmandatario permanece encarcelado en una base militar del norte de la capital guatemalteca desde enero de 2010, tras ser capturado en una población del Caribe del país cuando intentaba escapar hacia Belice.

El Gobierno de Portillo, quien llegó al poder con el apoyo del derechista partido Frente Republicano Guatemalteco (FRG), es considerado por analistas locales como uno de los «más corruptos» de la historia reciente del país, ya que se calcula que durante ese período se desfalcaron más de 500 millones de dólares del erario nacional.