Planetarios al fin

Ahora sí. Por fin se ha dado la verdadera conjunción planetaria que anunciaba Leire Pajín y que cuestionaron los hombres de poca fe. Zapatero y Obama han cumplido años el mismo día y en los dos casos el regalo que han recibido ha sido la más clamorosa impopularidad. A Zapatero el CIS le ha regalado, con el cutre envoltorio de papel de periódico de una encuesta, la desconfianza del 80% de los españoles. Para Obama la cosa ha sido aún peor. Los holandeses se le van de Afganistán, su mujer a Marbella y los seguratas le quitan la tarta con las cuarenta y nueve velitas por motivos de seguridad. Tiene que ser duro quedarte sin tarta el día de tu cumple porque tu impopularidad ha llegado hasta el extremo de que algunos de tus conciudadanos te la pueden envenenar. O tiene que ser más duro todavía estar rodeado de guardaespaldas republicanos teledirigidos por la Palin que aprovechan la excusa de tu integridad física para dejarte sin postre. Obama bromeó ante los invitados a su fiesta con la posibilidad de que la tarta se la estuviera zampando su guardia pretoriana. No iba muy descaminado porque es bien sabido que durante años los oficiales de aduanas norteamericanos se han puesto morados a jamón de Jabugo intervenido a los turistas españoles también por sospechosos motivos de seguridad. En EEUU la seguridad es el último refugio de la gula. Volvamos a Pajín: «Dos liderazgos, dos presidencias, dos cumpleaños planetarios, progresistas y gafados por el mal rollito a ambos lados del Atlántico, uno en Chicago, otro en León». Ahora sí.