El amago de suicidio de Miguel fue real según la psicóloga de prisión

SEVILLa- La undécima jornada del juicio a los implicados adultos en el «caso Marta del Castillo» contó con la comparecencia de la psicóloga de la prisión de Morón; del preso sombra de Carcaño durante sus primeros días en la cárcel; unos compañeros de instituto de «El Cuco», que no concretaron horarios; el conductor de la línea de autobuses en la que supuestamente se desplazó Samuel la madrugada del crimen, que fijó la salida de Montequinto a las 2:26 y la llegada al Prado a las 2:53; y de familiares de la menor de Camas, que comentaron que el principal imputado pudo salir del piso por el balcón.

La psicóloga explicó que «el intento de suicidio coincide con un cambio de declaración» de Miguel. Antes del amago de acabar con su vida, el asesino confeso ratificó por carta la versión en la que implicaba a «El Cuco» en la muerte y la presunta violación de Marta. La perito consideró que el intento de suicidio fue «real», ya que, en aquella época, pasó de la «estabilidad y la tranquilidad» a un estado «más agitado y nervioso». Hasta entonces, Miguel mostró un gran «autocontrol», pero, tras cambiar de declaración, estaba «nervioso, algo le preocupaba». Al ser cuestionada por la defensa de María García por si el conato de ahorcarse pudo responder «a tener conciencia de atribuir un delito muy grave a otro sin ser cierto», la psicóloga respondió que «sí».

El preso que acompañaba a Carcaño, por su parte, explicó que estando un día en el comedor, Miguel dijo que iba al servicio y escucharon un «sonido gutural». Al llegar al baño, socorrieron al asesino confeso, que estaba «con una cuerda que le rodeaba el cuello». «Estaba un poco rojo, aunque se había dejado caer y podía tocar el suelo con los pies». El preso consideró que «no era una simulación», pero indicó que Miguel «estaba siempre engañando».

Todo apunta a «la versión más dolorosa»
SEVILLa- Eva Casanueva, la madre de Marta del Castillo, otorgó ayer fiabilidad al testimonio de la psicóloga y explicó que el hecho de que vea verosimilitud en el intento de suicidio de Carcaño no hace sino avalar y dar veracidad a «la versión más dolorosa» del suceso, que a día de hoy «es la que tiene más fuerza, ya que es una persona que lo ha estado tratando antes y decía que estaba muy tranquilo y de manera más relajada en días previos, tomando después otra actitud». Antonio del Castillo aludió a la conveniencia de cambiar las imputaciones en el proceso por la de homicidio para todos los implicados.