Manifestaciones violentas

15-M «vigilado» por videocámaras

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MADRID- Las posibles intervenciones policiales de este fin de semana en la concentración convocada por los «indignados» para celebrar el primer aniversario del 15-M serán captadas por cámaras de vídeo que portarán los propios agentes de la Unidad de Interveción Policial (UIP), que se sumarán a las que habitualmente llevan otras brigadas. Lo anunció ayer la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, al especificar que se trataba de una actuación «totalmente legal» y que por tanto los agentes sí están autorizados a llevar cámaras. El objetivo es evitar, en caso de incidentes o cargas policiales, manipulaciones por parte de los «indignados» con respecto a los motivos que originaron la actuación de la Policía y pruebas para posibles juicios. Según fuentes policiales consultadas por este periódico, aún se está estudiando la ubicación idónea en el uniforme para instalar las microcámaras (en el casco o en la solapa) por lo que, en esta ocasión, lo más probable es que sólo algunos agentes la lleven en la solapa a modo de prueba. No obstante, sí habrá agentes que graben con una cámara de mano los posibles incidentes. El dispositivo policial –variable según transcurran los acontecimientos– será aproximadamente de unos 1.500 agentes preparados para actuar en Sol y aledaños si fuera necesario. Hay 22 grupos de la Unidad de Intervención Policíal (UIP), de 50 agentes cada uno (1.100 efectivos), de los cuales son once adscritos a Madrid, tres de la UCI (Unidad Central de Intrevención) y ocho que vendrán de otras comunidades autónomas. Y es que la Policía espera una «afluencia muy importante» de «indignados» para este fin de semana en el kilómetro cero de la capital. Se habla de miles de personas, pero no tantas como hace un año.

Respecto a las posibles cargas policiales, la encargada de garantizar el orden público en la región aseguró ayer que se responsabilizaría de la actuación policial que se desarrolle durante el fin de semana, pero que espera no se produzcan altercados. «Estoy convencida de que la mayoría de los que van a manifestarse lo harán de forma pacífica y no quieren un problema de esto», agregó. Cifuentes no quiso especificar cuándo se ordenará a la Policía desalojar la plaza pero sí dejó claro que no se permitirán acampadas. Si esto ocurre, o «si hay grupos radicales que puedan alterar el orden público», entonces se «hará cumplir la Ley». «La Policía no está para reprimir nada sino para garantizar el cumplimiento de la ley» y para que no «haya la mínima incidencia con los derechos del resto de los ciudadanos», señaló.

Con respecto a las autorizaciones de las concentraciones, Cifuentes aclaró que «sería muy sencillo cerrar Sol o blindar el centro de Madrid», pero que ella «no puede prohibir el derecho de reunión porque viene regulado en la Ley Orgánica 9/83» y sólo se puede hacer cuando existen razones fundadas de peligro para las personas o los bienes. Es más, asegura que son los tribunales los que tienen siempre la última decisión y no la institución que ella dirige.

La delegada quiso hacer hincapié en este punto tras las manifestaciones de la Confederación de Empresarios de Madrid (CEIM), la Cámara de Comercio de Madrid, la Confederación de Comercio de Madrid (Cocem) y la Confederación del Comercio Minorista de Madrid (Cecoma), que mostraron su desacuerdo ante el «permiso» de Cifuentes a las concentraciones.

 

Una delegada de incógnito en las asambleas
Cristina Cifuentes aseguró ayer en rueda de prensa que asistió hace unas dos semanas a una de las asambleas de distrito celebrada por el movimiento 15-M. Eso sí, confirmó que lo hizo «de incógnito» para que no la reconocieran y no provocar a nadie. «Quienes me conozcan sabrán que a mí me gusta verlo todo sobre el terreno y que no suelo avisar cuando voy a los sitios». Y es que la delegada afirma que en un primer momento, «como tantos ciudadanos», comulgaba con muchas de las protestas que el 15-M promulgó. Sin embargo, considera que el movimiento fue derivando en unos «planteamientos radicales y, en algunos casos, cercanos al movimiento antisistema». Sin embargo, este fin de semana Cifuentes no tiene pensado pasarse por Sol. «Mi presencia allí no sería bien recibida y se podría interpretar como una provocación», aclaró la delegada.