Una huelga a medias

Los más de cien jugadores que apoyaron a Luis Rubiales en un hotel de Madrid el día que convocó la protesta parece que estaban de acuerdo en el fondo (que no hubiese partidos), pero no tanto en la forma de ejercer su derecho a faltar al trabajo como medida de presión.

La huelga de futbolistas significa el cese de las actividades relacionadas con su profesión, y eso, además de al comienzo del campeonato, también afectaba a los entrenamientos previstos para los cuatro días elegidos. Aquí es donde parece que la unión no es la misma, porque muy pocos vestuarios estarán cerrados hasta el martes. Los «trabajadores» del Celta se reunieron en asamblea para decidir parar sólo dos días, porque «parar cuatro iría contra la salud y la preparación de los futbolistas», se quejan algunos técnicos.

El Real Madrid se entrenó ayer y lo volverá a hacer hoy, y el Barcelona no ha dudado ni un momento en mantener el Trofeo Gamper el próximo lunes, el último de los días afectados por el paro decretado por la AFE. Es cierto que no habrá partidos, pero los futbolistas van a trabajar para sus empresas cuando la teoría dice que deberían no hacerlo. Es una curiosa forma de hacer huelga, sólo dirigida a evitar los partidos de la primera jornada y por eso surgen las dudas de si los clubes van a cumplir la legislación y a descontar la parte proporcional del sueldo como marca la Ley.

En los equipos que se juegan la próxima semana su futuro en Europa, la huelga apenas se notará. El Atlético de Madrid, que debería haber jugado el lunes su primer partido de Liga, no lo hará, pero sus futbolistas trabajarán ese día desde las 9:00 y mañana tendrán doble sesión de entrenamiento. Mucha actividad para estar de huelga e indignados.

- FACUA anima a pedir indemnizaciones. Esta organización de consumidores recomendaba ayer a los aficionados que hubieran reservado un viaje en avión o tren y una habitación de hotel para ver a su equipo que reclamaran una compensación económica por el cambio de fecha.


Cuatro horas de reunión para nada
Los representantes de las dos partes implicadas se vieron las caras en la sede madrileña de la LFP, en la primera de las tres reuniones previstas dentro de las cuatro jornadas de huelga (de viernes a lunes). Fueron cuatro horas en las que al menos unos y otros se escucharon, aunque no hubo ningún tipo de acuerdo. La resolución parece estar lejos y nunca se llegaría antes del próximo lunes. «Estamos trabajando para que la huelga se retire y la segunda jornada se pueda disputar», decía Astiazarán, mientras su vicepresidente, José Sepulcre, aseguraba que lo veía difícil si los jugadores no rebajaban sus pretensiones, «porque los clubes no podemos hacer más».
Hoy, 10:15 / Patronal y sindicato volverán a verse las caras, esta vez en la sede de la AFE, tras analizar las propuestas escuchadas ayer.
Lunes, 10:15 / Reunión clave para el final del conflicto. De aquí podría salir el sí a la disputa de la segunda jornada.