Malas compañías

Nuevo éxito del socialismo español. El FMI nos sitúa ahora en el grupo EA4 junto a Grecia, Irlanda y Portugal. No lo hace porque tengamos tanta deuda como estos países, sino porque como ya descubrimos hace tiempo en España, no se fían de nuestro Gobierno. No creo que haya sido la vuelta de ETA a las instituciones lo que haya provocado esta desconfianza, más bien el constante aplazamiento de las prometidas y nunca consumadas reformas y el incumplimiento sistemático de los objetivos marcados. La más urgente de las reformas es la del mercado laboral, que como dice el señor González Páramo, único consejero español del BCE, es el más ineficiente e injusto del mundo occidental. Un sistema irrenunciable para los sindicatos que protege a una parte a cambio de hundir en la más absoluta miseria a los más débiles, jóvenes e inmigrantes. Entre tanta buena noticia Zapatero ha sacado de nuevo a pasear su vis cómica: ha dicho que durante su Gobierno no sólo no se han producido recortes sociales, sino que se han producido avances. No sé si se han reído mucho los cinco millones de parados en España, pero la afirmación recuerda en hilaridad a la teoría de nuestro presidente sobre el rescate griego, según la cual prestarle 3,700 millones a Grecia iba a ser un fantástico negocio. Como era de esperar, el negocio ha salido rana. Grecia se hunde y una reestructuración de su deuda es inevitable. La Unión Europea se debate entre tirar más dinero o dar una oportunidad a Grecia de salir adelante, de la única forma posible, deshaciéndose de parte su deuda en una reestructuración. Como diría Churchill, esperemos que hagan lo correcto una vez ya intentado todo lo demás.