El PP propone ahorrar 45 millones poniendo a dieta la Administración

BARCELONA- Alicia Sánchez-Camacho contradijo ayer uno de los principios más populares de Heráclito, «todo fluye y nada permanece». Relanzó el paquete de medidas de regeneración democrática que el PP defendió en la campaña autonómica de 2010 para demostrar que, pese a las estrecheces económicas, CiU no se ha apretado el cinturón a la hora de suprimir subvenciones y gastos identitarios. Aunque a la larga el tiempo dé la razón al filósofo griego, a corto plazo, su precepto no siempre se cumple, como desmostró la candidato del PP a la Generalitat.

Hace dos años, el PP catalán reclamaba un cambio de prioridades en el gasto público. Apostaba por suprimir entidades que, a su entender, son innecesarias en tiempo de crisis, como el Memorial Democrático, el Instituto Internacional de la Paz, la Casa de las Lenguas y el Museo del Memorial del Exilio, la mayoría creadas bajo el amparo de las consellerias de ICV, en tiempos del tripartito. Como en estos dos años CiU no ha desmantelado ninguno de los organismos citados, Sánchez-Camacho reiteró ayer su iniciativa, que acompañó con la propuesta de que el presupuesto de estas entidades públicas, que asciende a 4,5 millones de euros, se destine a luchar contra la pobreza.

Gasto identitario
En el marco de las ruedas de Prensa que organiza la Agencia Efe con los candidato a las elecciones catalanas del 25-N, Sánchez-Camacho expuso la dieta que ha diseñado el PP para la administración catalana. Propone la supresión de las estructuras políticas de los consejos comarcales, que implica eliminar hasta 782 consejeros, y redirigir sus recursos a sanidad y educación.

También aboga por destinar como mínimo el 15 por ciento del presupuesto de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) –que representa unos 38 millones de euros– a autónomos, emprendedores y pymes.

Sánchez-Camacho avisó a Artur Mas de que «no permitiremos que se mantenga en Cataluña la política subvencionada, nacionalista y clientelar de CiU», antes de volver a pedir la supresión de las delegaciones de la Generalitat en el exterior, conocidas popularmente como «embajadas catalanas». La candidata del PP denunció la opacidad del dienro destinado a acción exterior y lamentó que Cataluña tiene un presupuesto muy grande, pero sus impuestos no están bien empleados. Como ejemplo, propuso destinar el medio millón de euros de subvención a la Bressola, que promueve la enseñanza del catalán en el sur de Francia, a poner fin a los barracones escolares.

Sánchez-Camacho defiende reducir los diputados
A Alicia Sánchez-Camacho no le da miedo utilizar las tijeras. Tiene claro dónde usarlas. Por ejemplo, no le temblaría el pulso si tuviera que recortar el número de diputados del Parlament de Cataluña. Incluso, ha hecho números y sabe cuántos debería eliminar, 28. En el marco de la conferencia que la Agencia Efe organiza con los candidatos a la Presidencia de la Generalitat, ayer planteó reducir el 20 por ciento de los diputados del Parlament. Cree que con 107 diputados, en vez de los 135 actuales, la cámara catalana funcionaría bien. La primera en poner esta propuesta sobre la mesa fue la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que defendió reducir los 129 diputados de la cámara madrileña a la mitad. El gallego Alberto Núñez Feijóo reconsideró la propuesta, que tildó de «sensata», pero la oposición se le echó en contra. Asturias, Castilla-León y Castilla-La Mancha ven la idea positiva, aunque no sopensan aplicarla. En Cataluña, en cambio, no ven con buenos ojos la propuesta de Sánchez-Camacho, a excepción de su partido. Para el PSC es una iniciativa demagógica, lo mismo consideran ICV y ERC. Desde el gobierno de la Generalitat, se avisó de que Cataluña, pese a ser una de las cámaras autónomicas con mayor número de diputados, es una de las que tiene menos representantes si tenemos en cuenta el número de habitantes.