Nueva York
Rembrandt y su discípulo Bacon
Pilar Ordovás abre una galería en Londres con una exposición digna de un museo que muestra la relación entre ambos genios
No se trata de una relación desconocida porque también la hubo de Bacon hacia Velázquez y Van Gogh, lo que sucede es que en el caso de Rembrandt, el vínculo no está relacionado con una serie o una obra en concreto, sino con el modo de pintar a lo largo de toda su carrera. Así lo explica desde Londres la galerista Pilar Ordovás, que se conoce los entresijos del mundo del arte casi desde la misma cocina. Así, a sus 39 años trabajó en Christie's como directora internacional y vicepresidenta de Arte Europeo de Posguerra y Contemporáneo durante más de diez años y fue una de las directoras de la Gagosian Gallery, cuyo propietario encabeza, año sí y año también, el listado de personalidades más influyentes del mundo del arte recogidas en la biblia artística «Art Review». Quizá, la muestra que se exhibió entre aquellas paredes hace tiempo, «Crossing the Channel», sobre la relación artística entre Freud, Bacon y Giacometti, marcó un punto de partida para esta empresaria.
Digna de un museo
En estos tiempos de primas de riesgo y ajustes de infarto la madrileña ha inaugurado galería con la ambición de que su primera muestra hubiera podido ser digna de exhibirse en cualquier museo del mundo. La primera gran muestra tiene a Rembrandt y a Bacon como protagonistas (por ambos, pero sobre todo por el segundo, de la escuela de Londres, Ordovás siente admiración, lo mismo que sucede con Lucien Freud). Tal ha sido la expectación despertada por «Muestras irracionales: Bacon y Rembrandt» que la galería se llena casi a diario.
Ordovás tenía muy claro cuál iba a ser la línea a seguir: ofrecer un programa de galería pública que presentara muestras a la altura de un museo y que, además, ofreciera un espacio para vender arte del siglo XX y contemporáneo. Una fórmula que funciona en Nueva York, pero que no es frecuente en Londres. Además, no expondrá la obra de artistas vivos, al menos por el momento. La galería se abre en Savile Row, en el corazón de Mayfair, una de las zonas más exclusivas de la capital británica.
La idea de una muestra de estas características surgió a finales de 2006, cuando se hizo cargo de la venta del patrimonio de Valerie Beston «y me encontré con la copia que Bacon tenía del retrato que le había hecho Irving Penn en 1962, con el pintor en su estudio, totalmente cubierta de pintura y en un estado pésimo». Una imagen que define como «increíble y que me dio pie para organizar la exposición», asegura. Explica Ordovás que Bacon sentía una verdadera atracción por los autorretratos tardíos del holandés, «de pincelada muy suelta, casi abstracta; una manera de aplicar la pintura que le impresionó. Siempre quise montar esta muestra y enseñar una cara de la relación de ambos pintores que no es conocida», asegura.
Sobrecogedora imagen
Experiencia y seriedad la avalan, porque si no sería impensable entender cómo puede colgar de una de las paredes de la galería «Autorretrato con boina» (hacia 1659), de Rembrandt, prestado por el Museo Grante de Aix-en-Provence y que no se había visto en Reino Unido desde 1999. El cuadro sobrecoge, no por sus dimensiones, sino por la increíble fuerza que destila desde su aparente oscuridad, incrementada por las paredes blancas del espacio, una superficie de más de 200 metros cuadrados que acondicionó el arquitecto Thomas Croft. Los trazos de ambos pintores muestran a un tiempo la contundencia y la ligereza: «Da le sensación de que no les separen siglos», comenta Ordovás. No hará más de tres exposiciones al año. No le faltan proyectos después de diciembre, cuando clausure este feliz encuentro de titanes, «pero los tengo un poquito para mí», confiesa sin desvelar ni tan siquiera una pista. ¿Y volver a España? «No. Mi vida está en Londres desde hace dieciséis años y el centro del arte europeo es éste». Sobre la feria española ARCO, casi ya a la vuelta de la esquina, asegura que le haría ilusión participar.
Arrancadas de un libro
Junto a las obras se muestran documentos de trabajo que Bacon utilizaba cuando pintaba: fragmentos y hojas de los autorretratos de Rembrandt arrancadas de libros, algunos de ellos doblados e incluso anotados. La mayoría son préstamos de la Dublin City Gallerie (The Hugh Lane), sede del estudio de Bacon después de que se retiraran sus pertenencias de South Kensington en agosto de 1998. También se pueden ver entrevistas que testimonian la relación entre ambos. Una vez que se atraviesa la galería, el tenerlos a los dos frente a frente dice Ordovás que sobrecoge: «Entras y piensas en la suerte que tienes de poder verlos reunidos, porque es un privilegio que no te acabas de creer. ¿No es un orgullo?», se pregunta.
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