Arco mantiene sus ventas

Las galerías de ARCO prefieren hablar más de letras que de cifras, por eso durante la presentación del balance de la pasada edición (que cerró su puestas hace más o menos un mes), los organizadores se mantuvieron renuentes a dar guarismos concretos («las galerías, como cualquier empresa, no suelen facilitar este tipo de datos», explicó Luis Edurado Cortes, presidente ejecutivo de Ifema), aunque afirmaron que el nivel de ventas fue muy similar a la anterior. Hay datos positivos, como que un 40% de las galerías afirman que han consolidado ventas posteriores como consecuencia de los «contactos» realizados durante el encuentro. Y es que uno de los balones de oxígeno lo han aportado los coleccionistas internacionales, que han sido decisivos en esta cita, provenientes no solamente de Europa, sino también de Iberoamérica, donde hoy se sitúan importantes fortunas.

Puntos naranjas
El clima general de las galerías ha sido de satisfacción, a pesar de la dura situación que se está viviendo. «No nos podemos quejar», era un comentario unánime que se ha escuchado durante el encuentro. Cortés aclaró, aunque sin desvelar cifras, que «las ventas han sido altas». Durante Arco se pudo comprobar que diariamente se cerraban negocios y que los puntos naranjas, quizá en alguna otra edición más presentes, no dejaban de adornar las paredes blancas de los stands. Ha habido, nos obstante, una menor presencia de público, pues descendió la venta de entradas un 15 por ciento, a causa de la crisis, aunque la participación durante las jornadas para profesionales se ha mantenido estable (24.000 visitantes).

También el apartado del «Artista destacado» (cada galería seleccionó a uno de su escudería, bien un veterano o un recién llegado) fue especialmente valorado en la pasada edición, en la que la mejor herramienta de promoción y difusión del certamen corrió a cargo de las redes sociales, al alcanzar durante su celebración 14.740 seguidores en Facebook y 6.198 en Twitter.

 La situación económica también se tradujo en un menor nivel de compras por parte de las instituciones públicas, lo que se vio compensando según la organización con las compras de los visitantes extranjeros: «Hay un número de coleccionistas extranjeros que han comprado, no han venido sólo a ver, sino también a comprar», argumentó Luis Eduardo Cortés.

En la línea de renovación permanente que sigue Arco, su director, Carlos Urroz, adelantó que el próximo año la feria continuará con todos las programasque se han presentado en febrero, aunque también introducirá «aspectos nuevos» con la intención de «dotarla de un cierto atractivo». Entre los aspectos que han sido más valorados destacan los programas de coleccionistas, tanto internacionales como nacionales, seguido del montaje y distribución de espacio, la organización y los nuevos contactos realizados.

Turquía, punto de encuentro
«Los turcos se están convirtiendo en importantes comproradores de arte contemporáneo y el número de coleccionistas aumenta de año en año», aseguraba ayer la embajadora de Turquía en España, Ayse Sinirliogly (en la imagen, con Luis Eduardo Cortes y Carlos Urroz), quien valoró el hecho de estar presentes el año que viene en la feria como «una ocasión única para demostrar nuestro potencial creativo, nuestro talento y creatividad» y dijo que el número de galerías en Turquía se sitúa por encima de las 250.