Déficit autonómico

Cospedal hereda facturas por valor de 1742 millones

Barreda ve verosímil esa cifra, superior en mil millones a la reconocida, y la justifica en la situación «cambiante» 

Cospedal hereda facturas por valor de 1.742 millones
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Después de varios amagos, el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha concretó ayer que el informe sobre el estado de las cuentas públicas de la comunidad revela la existencia de 1.742 millones de euros en facturas sin pagar a fecha de 30 de junio, algunas de ellas pendientes desde hace varios años.

También están ultimando un documento sobre gasto superfluo del anterior Ejecutivo. El informe de la Intervención General de la Junta sobre facturas pendientes de pago ha sido elaborado con datos aportados por los funcionarios de cada consejería y será remitido a la Sindicatura de Cuentas para que en un plazo de tres semanas lo valide.

El anterior Gobierno socialista, presidido por José María Barreda, reconoció en el proceso del traspaso de poderes que la deuda con los proveedores ascendía a 700 millones de euros. Barreda se defendió el pasado martes insistiendo en que él dejó el déficit en el 1,7 por ciento a fecha de 30 de abril, pero que esa era una cifra muy cambiante que podía variar en función de los ingresos y los gastos. Ayer, en la Cadena Ser, le pareció verosímil que se acumulen 1.700 millones de euros en facturas por la «transición política, la situación cambiante y la preocupación y la zozobra de los proveedores y los centros de gestión».

Con la guerra con la vicepresidenta económica, Elena Salgado, abierta en canal, y pendientes de una reunión con ella -–que ésta no concreta y que los populares manchegos volvieron ayer a reclamar–, el portavoz de la Junta, Leandro Esteban, ratificó que la cifra de déficit público se irá por encima del 4 por ciento, aunque no desveló oficialmente el dato definitivo que establece el informe. Salgado garantizó hace poco más de un mes que el déficit de Castilla-La Mancha hasta final de marzo era del 0,97 por ciento, tres veces menos que el anunciado ahora por Cospedal.

Una semana después la consejera regional en funciones, María Luisa Araújo, admitió un déficit del 1,7 por ciento, cuando el objetivo para todo el año es del 1,3 por ciento. La respuesta de Salgado a la denuncia de déficit oculto se ha sostenido en intentar devolver la pelota al tejado del PP bajo el mantra de que es una «irresponsabilidad» generar dudas en los mercados sin validar sus cifras con Hacienda.

Eso es precisamente lo que dice que quiere hacer la presidenta manchega, María Dolores de Cospedal, y por lo que ayer desde su entorno volvieron a reclamar una vez más una reunión con la vicepresidenta. La primera urgencia del Gobierno regional es establecer con Hacienda un calendario de pagos, dado que Castilla-La Mancha tiene prohibido acceder a más crédito por no tener aprobado un plan de equilibrio financiero.

Éste no le fue autorizado a Barreda por el Gobierno central con la excusa de que estaban pendientes «pequeños ajustes», que no se han detallado hasta ahora. Los mercados son muy sensibles a cualquier noticia relacionada con las cuentas autonómicas por las dudas que hay acerca de que las comunidades puedan cumplir con su objetivo de déficit para este ejercicio.