Nueva York

Garzón: «Cuando los tiempos vienen mal hay que aguantar»

El magistrado Baltasar Garzón afirmó este jueves ser "bastante pesimista"sobre los tres procesos judiciales que tiene abiertos por presuntos delitos de prevariación en la investigación de los crímenes del franquismo, las escuchas a los abogados del "caso Gürtel"y los supuestos cobros del Banco Santander por impartir unos cursos en Nueva York.

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El juez Baltasar Garzón se mostró ayer «razonablemente pesimista sobre su futuro inmediato» aunque añadió que tal como le enseñó su padre, «cuando los tiempos vienen malos, hay que aguantar y apretarse los machos». En su primera entrevista desde que abandonara la Audiencia Nacional, el magistrado aseguró que está tranquilo por los procesos abiertos contra él y confía en su inocencia.

Baltasar Garzón respondió a las preguntas de la SER en Lanzarote, desde la casa del recientemente fallecido Nobel de Literatura José Saramago. El magistrado se ha desplazado hasta la localidad de Tías, donde Saramago residió durante buena parte de su vida, para acudir a la presentación de la biografía del autor portugués.

En la entrevista, Garzón elogió do la figura del escritor luso por el que confesó sentir una profunda admiración por su «coherencia ética y porque representaba un ejemplo a seguir para todos». El juez dijo que el escritor era un «amante de la justicia universal y de los derechos». «Su pérdida es irreparable pero sus escritos estarán ahí por siempre para la generaciones venideras», y dijo que pese a estar repletos de una «crítica permanente, transmitían esperanza», informa Efe.

Sobre las causas que están abiertas contra él, Baltasar Garzón aseguró que no comparte su situación temporal aunque «la asume porque así son las cosas y el principio de legalidad impera». Y ha añadió que seguirá trabajando, «cómo y dónde pueda». El magistrado confesó ser «razonablemente pesimista sobre su futuro inmediato» y aseguró que «cuando los tiempos vienen malos, hay que aguantar y apretarse los machos», tal como le enseñó su padre.

Sobre su vuelta a la Audiencia Nacional, Garzón confesó que se trata de «una situación compleja, y el proceso está abierto todavía». «Habrá tiempo para hablar», dijo, sin querer entrar en más detalles, aunque ha asegurado que tiene «la tranquilidad de no haber cometido ningún hecho delictivo». En relación con su sustituto en el Juzgado Central de Instrucción número 5, aseguró que Pablo Ruz, pese a su juventud, «hará un buen papel». Y sobre su labor en la Corte Internacional de La Haya, manifestó que es muy distinta, «falta de esa adrenalina de un turno de guardia en el número cinco» pero desarrollando un trabajo «muy complejo y muy intenso». Al final de la entrevista señaló que «hay que quedarse con las personas que durante estos meses han demostrado tener una gran sensibilidad por las víctimas, y debemos confiar en la Justicia».