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La batalla republicana

Esta semana comienzan las primarias del partido en Iowa sin un claro favorito para enfrentarse a Obama en 2012

Rick Perry
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NUEVA YORK- Hace un par de semanas, el equipo de campaña de Barack Obama trabajaba con la hipótesis de que el republicano Mitt Romney sería su rival para las elecciones presidenciales del 6 de noviembre de 2012. Sin embargo, los estrategas del presidente tuvieron que cambiar el guión rápidamente ante el ascenso fulgurante de Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes a mediados de los noventa y azote de Bill Clinton en el caso Lewinsky.

Sin embargo, ninguno de los dos aspirantes mejor colocados convence al núcleo duro del partido, que contempla con preocupación el terreno ganado por Obama en las últimas semanas en las encuestas gracias, en parte, a la debilidad de los aspirantes republicanos.

En este contexto se abre el próximo martes, con las primarias de Iowa, el proceso electoral del Partido Republicano para elegir a mediados de año a su candidato a la Casa Blanca. La estrella con luz propia para el «caucus» del 3 de enero es el congresista Ron Paul, muy bien situado en las encuestas para ganar en Iowa pero con pocas opciones de hacerse con la nominación republicana. Ron Paul es considerado el padre espiritual del Tea Party, el movimiento ultra conservador que removió los cimientos de Washington hace un año con su mensaje religioso y anti Estado. Paul, de 76 años, es un liberal a ultranza que promueve una escasa intervención del Gobierno en los asuntos públicos, el aislacionismo de EE UU a nivel internacional, la supresión de la Reserva Federal y la eliminación del impuesto de la renta.

El veterano Newt Gingrich, cuyas aspiraciones se han desinflado para las elecciones de Iowa, está viviendo, sin embargo, su momento de gloria. Hace tres meses nadie daba un duro por su campaña. Entre sus puntos débiles destacan su falta de conexión con el público y sus infidelidades con una de sus esposas (se ha casado tres veces) cuando ella estaba enferma de cáncer. Pero su experiencia en política y su capacidad para negociar con los demócratas le pueden convertir en un buen candidato a vicepresidente.

Mitt Romney, el nombre con más opciones, exhibe como credenciales su éxito como gestor empresarial y su paso como gobernador de Massachusetts. En 2008 se presentó como candidato en las elecciones internas, que perdió contra el senador de Arizona John McCain. Ha basado su campaña en la creación de empleo. Dentro del partido se le ve como un líder descafeinado y le acusan de haber aprobado para Massachusetts un sistema sanitario parecido al de Obama. Además, es mormón, un inconveniente para muchos posibles votantes. Pero también es el candidato que más dinero ha conseguido recaudar para su campaña: 32 millones de euros.

Michele Bachmann, congresista de Minnesota, es la sucesora natural de Sarah Palin por su condición de mujer y por pertenecer al Tea Party. Su ideología gusta a un gran sector del partido pero en sus filas se duda de las posibilidades reales de Bachmann para ganar al electorado de centro. Además, sus bajos conocimientos de Historia y política internacional no le ayudan. En cambio, es fotogénica y tiene poder de convocatoria entre los más conservadores.

El gobernador de Texas Rick Perry parecía este verano una opción más que viable para que los republicanos echasen a Obama de la Casa Blanca. Pero sus vagas respuestas sobre política internacional y su extraño comportamiento durante los debates –en algunos parece que se queda dormido al final–, le han puesto en evidencia. Una vez retirado Herman Cain por denuncias de abusos sexuales en el pasado, la lista se completa con el ex senador de Pensilvania Rick Santorum y el ex embajador de China John Huntsman, que fue gobernador de Utah. Huntsman cosechó éxito en los negocios y, como Romney, también es mormón.


Newt Gingrich
Es el más veterano y el mejor preparado de todos los aspirantes republicanos, pero suscita recelos por sus confesadas infidelidades conyugales. Se ha casado tres veces.
Mitt Romney
Fue empresario y gobernador de Massachusetts y se presenta como el candidato mejor situado, aunque el núcleo duro del partido le tilda de blando. Es mormón.
Ron Paul
En las primarias de Iowa está bien situado. Se le considera padre espiritual del Tea Party. Aboga por una política aislacionista y por suprimir el impuesto de la renta y la Reserva Federal.
Rick Perry
Tuvo sus días de gloria en verano, pero el gobernador de Texas se desplomó en las encuestas tras cometer sonrojantes gazapos en varios debates televisivos entre republicanos.
Michele Bachman
En temas sociales es la más conservadora, pero el partido cree que no tiene opciones.
Rick Santorum
Es el más católico de todos los aspirantes, lo que le ha granjeado protagonismo en las primarias de Iowa.
Jon Huntsman
Fue embajador en China y empresario de éxito. Es moderado y mormón. No tiene opciones en Iowa.