Roberto Verino: «Los políticos de hoy no dan la talla»

-Que mi señora dice que no acierta con las tallas, que ustedes cosen para figurines, que...
-El Ministerio de Sanidad tiene que hacer su trabajo. Nosotros no podemos hacer el milagro de que todo les caiga bien a todos. Mis tallas van de la 36 a la 46. Ese es mi nicho.

-La exposición «25 Aniversario de Roberto Verino» está en Modashopping (General Perón 38, Madrid). ¿Cuando admira sus 30 mejores diseños y piensa «cómo pasa el tiempo» o «qué bueno soy»?
-Cómo pasa el tiempo. Y que hay coherencia entre lo que pienso, digo y hago.

-Para Picasso, crear y procrear eran sinónimos. ¿Para usted...?
-También. Lo que diga Picasso va a misa, aunque fuera comunista.

-¿Va a ir a la huelga el 29?
-No. El país no está para huelgas. Las entiendo mejor a la japonesa: trabajar el doble.

-Lady Gaga apareció hace poco con un modelo hecho con filetes crudos...
-Eso es un horror aunque sus filetes fueran de ternera gallega.

-¿Y qué armoniza con esa moda de llevar un cerdo a modo de perro?
-Para llevar un cerdo lo más propio es vestirse de chorizo.

-Estamos viendo un paisaje estético atroz, dice Sabina. ¿La moda va a juego con ese paisaje?
-La moda debe ir en contra de ese paisaje, aliviarnos de ese paisaje. Yo veo la moda como una forma de entender la vida: ayudar a ser feliz.

-¿Qué moda le cabrea?
-Hablar por el móvil todo el día y en voz alta.

-Los políticos ya no dan argumentos: seducen. Hacen lo que ustedes, ¿no?
-Los políticos de hoy no dan la talla, ni la 36 ni la 46. No están a la altura de lo que el país necesita.

-Y además visten mal, dicen.
-Sí, la mayoría. Primero tendríamos que ser éticos para ser estéticos.

-Los hombres ricos provocan más orgasmos en las mujeres, dice un estudio. ¿Algún modelo suyo ha provocado un orgasmo?
-Ya me gustaría, pero no tengo constancia. Sí sé que estimulan.

-Luis Tosar dice que le gustaría tener la melena de Aznar. ¿A usted qué le gustaría tener de Zapatero?
-Nada, ni la sonrisa. Me parece un poco cínica.

-«El hombre es un animal político, pero algunos son más animales que otros» (Aristóteles y yo).