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El juez decide investigar al imán de Terrassa

El juez decide investigar al imán de Terrassa
El juez decide investigar al imán de Terrassalarazon

BARCELONA- El titular del juzgado de Instrucción número 2 de Terrassa (Barcelona) ha admitido a trámite la querella presentada contra el imán de la localidad, Adeslam Laaroussi, por el fiscal de Delitos de Odio y Discriminación en Cataluña, Miguel Ángel Aguilar. El juez abrirá ahora una investigación judicial para determinar si a través de sus discuursos, Laaroussi incitó a la violencia y la discriminación contra la mujer en los que presuntamente dio consejos sobre cómo pegar sin dejar marcas.

La querella se basa en una investigación realizada por los Mossos d'Esquadra que transcribieron los sermones que el líder religioso dio ante más de 1.500 fieles los días 16 de diciembre de 2011 y el 20 de enero de 2012. Según las investigaciones, Laaroussi proclamó algunas de las «soluciones» que el Islam propone para abordar los problemas «que pasan dentro del hogar en caso de desobediencia por parte de sus mujeres».

«El hombre tiene que enseñar a su esposa las obligaciones y los deberes que Dios nos ha dictado. Si no acata estas obligaciones, el paso siguiente es que deje sola a su esposa en el lecho, negándole las relaciones sexuales», defendió el imán, según la querella.

«Y si con este método no se soluciona el conflicto, tienes que acudir a los golpes, ¿cómo son estos golpes? no son los que provocan las fracturas», dijo presuntamente mientras gesticulaba sobre cómo golpear. «No afees, no golpees en la cara, no hagas correr la sangre, que los golpes se limiten a ser golpes con el siwak (una barra que tiene la medida de un dedo)», según la transcripción. «En el Islam los golpes son una práctica tolerable», añadió.

El Ayuntamiento de Terrassa se suma a la Generalitat y se presentará como acusación contra el imán. Ante la gravedad de los hechos, el alcalde y líder del PSC, Pere Navarro, explicó que «participar en el proceso judicial nos permitirá además pedir la máxima información directa» y evitar que la información les llegue a través de los medios de comunicación. «No había indicadores de que pudiera ser una mezquita radical», afirmó.