Zaragoza

Padilla que ya ingiere alimentos abandona la UCI

Juan José Padilla sale de la UCI aunque continúa grave
Juan José Padilla sale de la UCI aunque continúa gravelarazon

Juan José Padilla abandonó ayer la UCI del hospital Miguel Servet de Zaragoza y ya descansa en una habitación de planta, aunque se mantendrán restringidas las visitas, al permanecer todavía en estado grave a pesar de su gran mejoría. Un paso más que da muestras de la misma, pero que, unido a las curas que le han realizado en las últimas horas, le ha reportado al torero algunas molestias y cansancio.

Fruto de las mismas, Padilla pasó la tarde «más adormilado». «Ha estado más intranquilo, sin embargo, se despertó por la mañana mucho más fresco, porque ha dormido varias horas ya sin ninguna sedación», valoró Diego Robles, su hombre de confianza que junto a Lidia, mujer del diestro, no se separa del jerezano.

En este sentido, la mayor clarividencia de Padilla también se ha hecho notar en su estado de ánimo, «bastante más desmoralizado», según su hermano Óscar. «Su ánimo oscila, enrarecido, porque aún está asumiendo el problema que va a tener, hoy ha tenido un pequeño bajón, pero es muy normal, porque cuando se queda solo se le tiene que hacer un mundo pensar en las consecuencias de la cornada», añade Robles en referencia a la parálisis facial del lado izquierdo y la pérdida de visión en dicho ojo.

Pese a ambas secuelas, el estado del torero andaluz no deja de sorprender a su entorno y a los médicos que lo atienden. Ya ha comenzado a ingerir alimentos como caldos y yogures. Una dieta blanda, a pesar de que no tiene demasiado apetito por culpa de los antibióticos que le son administrados.

Y es que «la herida está bien fresca, muy reciente, aún hay riesgos, porque los destrozos fueron muchos», insiste Robles haciendo suyo el discurso que los doctores repiten cada día pese a los avances de Juan José Padilla.

De seguir con esta «normalidad» en su evolución, el espada podría recibir el alta hospitalaria «en cuatro o cinco días, para el fin de semana». En ese momento, el torero viajaría hasta Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) para continuar con su recuperación. Allí, Diego Robles tiene claro cuál será la reacción: «En cuanto pise su casa, lo primero que va a hacer es dar un abrazo a sus niños e ir a por la muleta, puesto que ahora mismo él tiene esa duda y se la va a querer quitar de encima en cuanto pueda», acaba Robles.