El Faisán y las angulas

La instrucción del juez Ruz es mucho más sólida de lo que algunos concluyeron después de apartar, de momento, al número dos de Interior, Antonio Camacho. El instructor ha vuelto al principio. No tiene sentido llamar a declarar a la cúpula hasta no tener claro lo ocurrido en los primeros peldaños de la escalera. Tal y como ha adelantado este periódico, Ruz ha guardado más silencio de lo habitual para llamar a declarar a algunos de los actores de los episodios policiales ocurridos en mayo de 2006. La investigación de su señoría nos devuelve al escenario político de la negociación del Gobierno Zapatero y la banda terrorista ETA pero sobre todo se mezcla con la estrategia emprendida por aquellos que rechazan a la ETA del futuro sin renunciar a la ETA de toda la vida de la que además han formado parte.

El Faisán ha empezado a cocinarse en fusión con la nueva marca llamada Sortu. Los promotores del proyecto han presentado unos estatutos de color blanco. Son casi idénticos a la ley. Pero los papeles del veterano abogado de etarras, Iruin, no son la única pieza del tablero. La cuestión es si Sortu constituye una continuación de Batasuna. El papel del Gobierno y de la Fiscalía es único a la hora de aportar todo lo que tengan contra aquellos que dicen renegar de la ETA futura pero sin cortar el cordón umbilical con la madre que los trajo al mundo de la complicidad con el terrorismo. Luego llegará el Tribunal Constitucional después del Supremo y la suerte estará echada. ETA o una parte de ETA temen quedarse sin cuartos para las angulas de diario.