Médicos de Navarra extirpan un estómago sano por «prevención»

«Tras diagnosticarle a mi tercera hermana un cáncer gástrico, mi hermana pequeña y yo pensamos que algo estaba pasando». Así comienza la historia de Carmen, una mujer sana de 52 años que decidió someterse a una intervención quirúrgica para extirpar su estómago para evitar tener cáncer en el futuro. Lo cuenta a la revista «Avances Clínicos» de la Clínica Universitaria de Navarra. Allí acudieron Carmen y su hermana menor para hacerse un estudio genético y determinar qué posibilidades tenía de padecer el tumor que acabó con la vida de sus tres hermanos entre 2003 y 2008. La más joven resultó estar libre del riesgo genético. Pero para Carmen, el diagnóstico fue el más temido: era portadora de una mutación por la que sufría un riesgo del 80 por ciento de sufrir el mismo cáncer.Justo a tiempo«Cuando te dan una noticia así, se abre el mundo a tus pies, pero decidí ocuparme en lugar de preocuparme por la enfermedad», explica. En su mano estaba elegir: convivía con el riesgo o pasaba por el quirófano, con todo lo que conllevaba. Escogió la segunda opción y acertó, pues aunque las pruebas no habían hallado rastro de cáncer, tras extirpar el estómago se detectó un pequeño tumor de 0,3 milímetros. La doctora Maite Herráiz, una de las especialistas que han tratado a esta paciente, asegura que ahora tendrá que hacer «una vida como la de cualquier otro paciente al que se le ha extirpado el estómago, con ciertas limitaciones». Es decir, tendrá que hacer comidas poco copiosas y tener cuidado con la excesiva pérdida de peso. Tampoco podrá acompañar los alimentos con bebidas y tendrá que inyectarse de por vida un suplemento de vitamina B12. Herráiz explica que éste «es el segundo caso en España», pues en 2006 ya se hizo una intervención similar en Santander. En la actualidad «hay alguna familia más» en espera de los resultados del test genético. Eso sí, matiza que casos como el de Carmen «se dan en un porcentaje muy pequeño».