El Ikea de Jerez primer centro comercial climatizado con geotermia

La energía geotérmica –que aprovecha la temperatura del subsuelo, siempre constante a partir de dos metros de profundidad, para generar calor, frío o electricidad–, está apenas explotada en España, pero tiene mucho potencial por desarrollar. De hecho, ya se usa para climatizar viviendas unifamiliares y en altura, en edificios de uso público, como hoteles, oficinas y en un hospital. A ellos se suma ahora la tienda Ikea de Jerez de la Frontera, la primera gran superficie comercial de España climatizada mediante esta renovable.
Una instalación geotérmica, es bastante «discreta», no se ve a simple vista. Pero, bajo su aparcamiento, hay 50 sondeos de 127 metros de profundidad separados 11 metros uno de otro. «Jerez está en un paraje perfecto para generar energía geotérmica», explica Enrique Jiménez, responsable de Proyectos de Expansión de Ikea Ibérica.
«Allí en invierno –prosigue– el subsuelo está más caliente y la temperatura se aprovecha para calefactar; en verano, por el contrario, está más frío, por lo que se utiliza para refrigerar».
 Desde las sondas subterráneas hasta la sala de máquinas, donde se controla la temperatura, un circuito, completamente cerrado y aislado, con 38,5 metros cúbicos de agua, es otro elemento básico del sistema junto con el intercambiador de calor y frío. «Este equipo cubre el 90 por ciento de las necesidades energéticas para calefacción y el 20 para refrigeración. El resto se complementa con equipos convencionales y calderas de biodiésel», precisa Jiménez.

Coste
Para la instalación, de 320 kilovatios (kW) de potencia, se han invertido unos 930.000 euros y ha requerido el trabajo de un equipo de diversos especialistas: ingenieros, geólogos, etcétera.
«Por las dimensiones de la tienda, el Código Técnico de Edificación (CTE), nos obligaba a tener una fuente de generación de energía renovable de 43 kW, que hubiera costado unos 170.000 euros. Aunque no son comparables las potencias entre tecnologías, lo cierto es que superamos ampliamente lo exigido por la normativa», asegura.
Las razones son contantes y sonantes: «con esta instalación ahorraremos de seis a ocho veces más que con la exigida por el CTE, porque los costes de operación y mantenimiento son hasta un 70 por ciento menos que con gasoil. Además, tiene una vida útil de 40 años, pero estará amortizada en ocho».
Desde el punto de vista ambiental, «dejaremos de emitir 153 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, y, por supuesto, evitamos consumir combustibles no renovables», explica Jiménez.
Jerez, una de las 20 tiendas con geotermia que la compañía sueca tiene en el mundo, no será la única de España: «Alcorcón y Valladolid, serán las próximas. Se implanta en los nuevos centros situados en zonas geológicamente adecuadas y, por tanto, donde es viable económica y técnicamente. Porque todas se diseñan para que utilicen un alto porcentaje de fuentes renovables, según nuestro proyecto IGR (Ikea se vuelve renovable, en sus siglas en inglés)», detalla. «El objetivo –prosigue– es que el 100 por cien de la energía utilizada por la compañía en todo el mundo proceda de renovables».
«La sostenibilidad forma parte de nuestro ADN como compañía y esta instalación es una prueba. Estos proyectos nos permiten reducir la huella de carbono, al tiempo que ahorramos y repercutimos ese ahorro en el precio final de los productos», afirma Cristina Humet, responsable Comunicación y Sostenibilidad de Ikea Ibérica.