España

OPINIÓN: Datos ficticios de un drama social

Eduardo HERTFELDER es presidente del Instituto de Política Familiar

La Razón
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Los datos publicados por el INE muestran que en el 2009 las rupturas familiares han descendido. Una muy buena noticia si no fuera porque las causas que explican este descenso de rupturas familiares se deben sobre todo a factores coyunturales tales como la crisis económica actual en la que estamos o al descenso acelerado del número de matrimonios, dejando al descubierto el carácter ficticio de estos datos.

A pesar de este leve descenso circunstancial y puntual estamos hablando de unas cifras alarmantes de rupturas: 100.000 rupturas familiares con más de 140.000 hijos afectados cada año son datos muy preocupantes que nos tendrían que hacer reflexionar sobre qué está pasando en la sociedad española. El predominio de una cultura individualista y hedonista, la pérdida de la dimensión pública de matrimonio relegándose al ámbito privado, el abandono de las administraciones a la familia, la minusvaloración de la nupcialidad y de la maternidad, cuando no directamente el ataque a través de leyes regresivas como la del divorcio exprés son las causas más profundas que explican este drama.

Ante la ruptura familiar la sociedad, administraciones y partidos políticos no pueden seguir indiferentes. Es triste que ni el Gobierno ni la oposición hayan hecho una sola propuesta o iniciativa para acabar con esta lacra social. Mientras no se preserve y garantice el derecho de los hijos y de los padres a la estabilidad conyugal, la ruptura familiar seguirá creciendo en España. El derecho a la estabilidad conyugal debe ser una tarea fundamental de las administraciones, que no pueden seguir ignorando este dramático problema.