Banco de España

A buenas horas mafos verdes por César Vidal

La Razón
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Nunca me fié de MAFO. En los años de Gobierno socialista en que desarrolló su labor, siempre me pareció más cercano a satisfacer los deseos y las miserias de ZP que a cumplir con su deber al frente del Banco de España. Con todo, confieso que el momento en que mi indignación estuvo a punto de llegar al punto de ebullición fue cuando MAFO se permitió ocultarnos a todos los españoles los datos reales de la economía en vísperas de las elecciones que permitirían a ZP quedarse un mandato más en La Moncloa. MAFO justificaría algún tiempo después aquella acción no poco censurable señalando que no deseaba influir en el resultado de las elecciones. En otras palabras, lo que no deseaba el ínclito personaje era que supiéramos la verdad de los números no fuera que tan deplorable panorama tuviera un efecto electoral negativo sobre ZP. ¡Ejemplar personaje ése al que pagábamos el sueldo para que nos escondiera la verdad! Después fui contemplando con creciente desazón cómo MAFO adoptaba decisiones a la cabeza del Banco de España que desafiaban el sentido común, decisiones que afectaban, por otra parte, a nuestro sistema financiero de manera esencial. En más de dos años, ZP gastó ingentes cantidades de dinero público en intentar sanear un racimo de cajas quebradas sin que hasta la fecha hayamos visto el final del proceso. Tanto él como MAFO, en lugar de entrar en el fondo del asunto –que las cajas no pueden estar regidas por un indeseable batiburrillo de políticos y liberados sindicales– se limitaron a desnudar a unos santos para mal cubrir las vergüenzas de otros. Eso sí, los hábitos los pagamos siempre los contribuyentes. Ahora, al cabo de mil y un desafueros, la hora de MAFO ha sonado y las cuentas de Bankia parece que serán examinadas por gente que establezca que dos y dos son cuatro sin inclinarse ante el poder. Bien, está bien, pero a estas alturas, lo que ya sabe todo el mundo es que no somos de fiar; que una institución como el gobernador del Banco de España no ha estado, gobernando la izquierda o la derecha, ni lejanamente a la altura de las circunstancias; que nuestro sistema financiero no es la mejor instancia a la que prestar dinero y que, en ese contexto, podemos esperar a que el crédito fluya para las empresas y a las familias tanto como para contemplar las Bodas del Cordero. Todo nos lo hubiéramos ahorrado si la oposición hubiera presionado a ZP para destituir a MAFO o, al menos, se hubiera deshecho de él apenas Rajoy hubiera llegado a Moncloa. Ahora lo único que nos queda es encomendarnos al Altísimo para que el Gobierno no tarde tanto en dar otros pasos no menos indispensables no sea que también tengamos que exclamar entonces ¡a buenas horas, mafos verdes!