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Fin de año: el espectáculo debe continuar

En una temporada llena de musicales y cabarets, la cartelera de Madrid ofrece más posibilidades que nunca para tomarse las uvas y el champán en un teatro. Ya saben, feliz 2012... y «Hakuna matata»

Resiste en el Teatro Rialto el musical de Sabina –el 12 de enero celebrará cien representaciones–. Para esta noche, a partir de las 22:00 h., habrá función con cava y uvas: de 35 a 110 euros
Resiste en el Teatro Rialto el musical de Sabina –el 12 de enero celebrará cien representaciones–. Para esta noche, a partir de las 22:00 h., habrá función con cava y uvas: de 35 a 110 euroslarazon

Enfermeras, bomberos, policías, conductores de tren, pilotos o periodistas de guardia no son los únicos que trabajan en Nochevieja. Cada 31 de diciembre, el mundo del teatro da la bienvenida al nuevo año con una función especial que, si bien no se celebra más que en algunos espectáculos, ya es tradición en musicales y grandes montajes. Y sin duda, quienes trabajan en ellos esa noche se lo pasan mejor que otras profesiones. Esta temporada se han juntado en Madrid un buen puñado de musicales. Así, mañana habrá función en «El Rey León», «Hair», «Más de 100 mentiras» y «Chicago». Pero también la ópera rock del Cirque du Soleil, «Zarkana», y en el cabaret llegado de París «Crazy Forever». LA RAZÓN ha querido saber cómo se vive una noche así desde dentro y nos lo han contado sus protagonistas.

Para María Blanco, la Roxie Hart de «Chicago», se trata de «una noche mágica. Después del primer acto, se conecta con la radio para las campanadas y público y actores nos tomamos juntos las uvas. Después del segundo acto es la fiesta. Me gusta la magia que se crea y me encanta poder empezar el año en el escenario». Su compañero en escena, Manuel Bandera –le pueden llamar Billy Flynn, el abogado con más encanto de la ciudad del hampa–, tiene experiencia en estas lides: «Ya son muchos años y es fantástico pasar esa noche en el teatro y con mi familia. Especialmente esta comedia musical es ideal para pasar el fin de año con nosotros. Quien lo haga pasará la Nochevieja más fantástica de su vida y nunca la olvidará».

Una noche en la selva
Sólo con cruzar la Gran Vía, otro título ofrecerá un ambiente muy diferente, aunque una fiesta también por todo lo alto: «El Rey León». El cantante y actor mexicano Carlos Rivera, que da vida al Simba adulto, no sólo derrocha entusiasmo cantando «Hakuna matata», el lema optimista del musical. También cuando explica que «terminar el año cantando y empezarlo de la misma forma sobre el escenario del teatro Lope de Vega rodeado de una fantástica compañía y de mi familia, que estará en el público, es lo mejor que le puedo pedir al 2012». Daniela Pobega, que interpreta a la bella Nala ya adulta, ha pasado ya otros finales de año sobre las tablas, «pero este año seguramente sea el más especial por tratarse de un espectáculo como "El Rey León"–asegura la actriz y cantante brasileña–. Al ser tantos extranjeros en la compañía nos sentimos arropados, como en familia, y tenemos mucha curiosidad por vivir la tradición española». Y es que en el enorme reparto del musical africano de la casa Disney hay nicaragüenses, costarricenses, surafricanos…

Muy canalla será la noche en el Teatro Rialto, donde el musical de las canciones de Sabina, «Más de 100 mentiras», recibirá al año 2012 entre matones, chicas malas, gángsteres y timadores sin suerte. Uno de estos es Álex Barahona, novato en este terreno. Aunque tiene «curiosidad» por esta noche tan especial, reconoce que echará en falta estar con su familia. «Imagino que será diferente, será la primera que pase en un escenario. No sé si el ambiente festivo nos influirá y por ello a los personajes que representamos. En cualquier caso seguro que el público lo entenderá», cuenta el actor. La María Magdalena de esta historia se llama Guadalupe Lancho. Y tiene claro que en escena «se crea una energía especial, porque nos une un deseo común, tanto a actores como a espectadores: que las cosas vayan bien y no perdamos la ilusión. Es casi un ritual psicomágico». Recomienda no perderse el segundo acto, tras el brindis con cava, que suele ser muy divertido «Parafraseando a Sabina: que el escenario me tiña las canas.... que el "fin de año"me pille bailando... ¡No se puede pedir más!», asegura. Y aunque la intérprete también reconoce que «es triste no estar con los tuyos», casi le encuentra una función social a lo que harán mañana: «Se crean nuevos "vínculos familiares"en cada compañía, en cada proyecto y hacemos felices a personas que desean celebrar de otro modo el fin de año, o que están solos en estas fechas. Qué mejor cometido para un artista». Otro de la pandilla de esta historia es el personaje del argentino Juan Pablo di Pace, que lo tiene claro: «Lo bonito de la función de Nochevieja es el ambiente que se crea en el teatro: mires donde mires, hay cotillón, personas con copas y mucho color en las butacas. Y luego estar en el escenario al comer las uvas es maravilloso. La perfecta forma para comenzar el año que cualquier artista pueda desear».

Quizá el rostro más conocido de «Hair», que puede verse en el Arteria Coliseum, es el de Lucía Jiménez. Como todos los actores y cantantes de este reportaje, sus planes, de no estar en el teatro, la habrían llevado al lado de su familia en la última noche del año. Pero la función debe continuar. Y ella lo asume con el mismo buen rollo que vende la historia de hippies, revolución y amor que protagoniza: «Es un día especial para todo el mundo y hay muchas ganas de pasarlo bien y de transmitir que no se trata de una función más. Al final del primer acto conectamos en directo con la Puerta del Sol y tomamos las uvas todos juntos con el público», cuenta la actriz segoviana. «Es un sacrificio no poder estar con la familia ese día pero también una suerte poder estar trabajando en un musical tan divertido como "Hair"en la Gran Vía, rodeada de compañeros estupendos, y celebrar la Nochevieja cantando y bailando junto al público. Esto no sucede todos los años».

Aunque no todo es musical: Le Crazy Horse, el cabaret de París más picante –y sensual, llevan a gala ser el espectáculo más sugerente y elegante de su género– está en los Teatros del Canal con su espectáculo de gira, «Crazy Forever», y en una noche así no podían dejar de hacer función. Entre sus chicas, que acabarán sí o sí con muy poca ropa, abundan los nombres artísticos. Por eso no sorprende que nos responda Loa Vahina. Como en escena van uniformadas como «crazy girls» con sus pelucas y maquillaje idéntico, ahí van algunas pistas por si quieren saber más de ella: es morena, francesa y, nos cuentan, nació, como sus colegas de un musical antes citado, bajo el signo de Acuario. Asegura que está «muy contenta de trabajar el día 31, porque después de la función tenemos a veces fiesta con las chicas», confiesa la joven bailarina. A pesar de esa impresión de «viva la vida», dice ser más de celebrar la noche en «petit comité» en casa que en fiestas multitudinarias. Y no sólo de juerga tiene vocación: «La verdad es que me gusta hacer esta función porque la gente está realmente feliz... Es una noche muy "crazy". Si estuviera en París, también trabajaría».


La última noche de «Zarkana»
La oferta incluye al Cirque du Soleil, con «Zarkana». La cantante Cassiopé se pierde celebrar la noche en Montreal, pero explica que «me encanta estar en el escenario con el público y con mis compañeros, es verdad que me acuerdo mucho ese día de mi familia pero me acompaña mi otra familia». Y añade: «Siempre es una función especial por su emoción, todos en Nochevieja estamos más sensibles. En el caso de Madrid es más especial porque es nuestra última función en la ciudad». Y es que «Zarkana» dice adiós mañana al Madrid Arena. «Las últimas funciones son siempre intensas por lo que es un sacrificio relativo porque nos debemos al escenario y es muy emocionante compartir tanto con los compañeros y el público», explica el acróbata y jefe de entrenadores Kostia Besschetnyy, que pasará la noche lejos de los suyos, que viven en Moscú. La función comienza a las 22:00 h. y acaba a las 23:45 h. Al terminar, el público puede brindar con los artistas, y tomarse las uvas y el turrón, que están incluidos con el cotillón y el cava.

 


El «Broadway madrileño» no cierra
«HAIR»
Ideal para nostálgicos de los años 60 –fue un gran éxito, primero en Broadway y luego en el cine de la mano de Milos Forman– y para jóvenes con ganas de reengancharse a una historia de ideales y libertad, el musical hace parón para conectar, cómo no, con Puerta del Sol. Será para oír las campanadas, aunque le va que ni pintado a su «espíritu 15-M».
Teatro Arteria Coliseum. C/ Gran Vía, 78.De 45 a 120 euros.

«The Hole»
Una propuesta «golfa» es lo ideal para pasar el año: un cabaret muy español con Paco León como maestro de ceremonias. Y Nochevieja es el último día del actor, que luego cede el testigo. Habrá cotillón, cava y uvas. Y la fiesta sigue después, desde la 01:00 hasta las 6:00, por 60 euros. O bien, todo el paquete, por 118. El menú, en mesa, son otros 25.
T. Häagen Dasz-Calderón. C/ Atocha, 18. De 35 a 78 euros.

«El rey león»
En la selva también se trasnocha: el «Rey» de la cartelera, con todo vendido durante meses, tiene función especial con cotillón, que incluye uvas y benjamín. El reparto hará el descanso para oír las campanadas y brindar con el público, antes de que llegue el desenlace de la historia de Simba y su ambicioso tío Scar.
Teatro Lope de Vega. C/ Gran Vía, 57. Desde 39,90 euros. 22:30 h.

«Chicago»
Aunque les suenen las canciones del primer acto por la película, no crean que el segundo flojea. Les esperan algunos de los mejores números del musical de Bob Fosse. Y el parón es obligado: cotillón con benjamín de cava y uvas de la suerte –Velma y Kelly la tienen– para recibir a... ¿1935? Si no la han visto, es una gran ocasión: termina el 15 de enero.
Teatro Nuevo Alcalá. C/ Jorge Juan, 62. Desde 17,90 euros.


«Crazy forever»
En el cabaret que ha traído a Madrid Le Crazy Horse se puede elegir entre mesa «golden» (100 euros), mesa platea (85), butaca platea (70) o asientos de primera planta (55) o segunda (43). Y todo con barra libre de cava y de belleza. Porque la entrada incluye a diez mujeres insinuantes en números de cabaret. No piensen mal: se puede ver pero no tocar...
Teatros del Canal. C/ Cea Bermúdez, 1. De 43 a 100 euros.