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Toda artillería por Julián García Candau

La Razón
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El Real Madrid perdía en Mallorca y José Mourinho se la jugó. Retiró a Arbeloa y Marcelo, y recurrió a Coentrao y Kaká, dejó tres defensas atrás y ante el atrincherado Mallorca recurrió a toda su artillería, con Higuaín, que había sustituido a Lass, y Benzema delante. Y fue el delantero argentino quien en el momento justo logró la igualada. Con el Mallorca encerrado en su campo llegó una mala acción defensiva y Callejón disparó con fe y logró la victoria antes del clásico. Ganó el Madrid arrebatado, como suele hacer en los peores momentos.

De los equipos que dirige Joaquín Caparrós no cabe esperar virtuosismos, pero sí un marcado espíritu estajanovista. Suele acertar al exprimir las virtudes de los mismos. Lo ha hecho por todos los equipos por donde ha pasado. Ha aterrizado en Mallorca, club que no puede ofrecerle grandes fichajes dado que está sometido como otros muchos al concurso de acreedores. De la plantilla que posee ha hecho un conjunto peleón y que trata de aprovechar sus mejores condiciones.

Al Real Madrid le plantó cara y le puso el triunfo muy difícil. Al descanso se llegó con el tanto de Hemed, consecuencia de un saque de esquina, estilo «gilicorner», que en el tercer toque Chory Castro mandó el centro al área.

El Mallorca se cerró bien y presionó en el centro para disputarle el balón al Real Madrid. Al contragolpe creó un par de ocasiones de gol y el equipo madrileño disparó a puerta por vez primera en el minuto 37 de la primera parte, en disparo de Benzema que detuvo Aouate. Con el gol de ventaja cometió el error de guarecerse. Le faltó acierto para rematar en los contragolpes y luego llegó toda la artillería del Madrid.