Cataluña
Los Mossos blindan el Parlament para impedir el boicot de los indignados
Unos 2.300 indignados se concentran a las puertas del parque de la Ciutadella al grito de «no pasarán».
BARCELONA- Hasta cinco columnas de indignados partieron ayer a primera hora de la tarde desde diferentes puntos de Barcelona y sus alrededores con un mismo objetivo: tomar el parque de la Ciutadella (donde está ubicado el Parlament y donde hoy se debaten los presupuestos catalanes). Finalmente, aceptaron acampar en el paseo Picasso después de que los Mossos blindaran el acceso al parque.
En su recorrido a la Ciutadella, los estudiantes de la UB sembraronn el caos viario a su paso por la avenida Diagonal, mientras que los indignados del Baix Llobregat hacían lo propio por la avenida Paral·lel. La Generalitat y el Ayuntamiento, conscientes de lo que se les venía encima, optaron por una salida salomónica y prefirieron abortar cualquier tipo de acampada cerrando las puertas del parque a las 17.00 horas. No en vano, la conselleria de Interior no podía exponerse a otra brutal carga policial televisada que, como ya ocurrió hace dos semanas, sólo sirvió para congregar a muchos más indignados. Mientras, en el Paral·lel los vecinos se asomaban a ventanas y balcones con cacerolada incluida. Alguno de los presentes comentaba con sorna que «el parque de la Ciutadella se había convertido de nuevo en una fortaleza militar, como en tiempos de Felipe V».
El Ayuntamiento de Barcelona volvió a pecar de falta de previsión y el paseo de Sant Joan se convirtió a media tarde en un espontáneo cuello de botella. Una primera avanzadilla de indignados permanecía sentada en el calle Pujades, mientras los autobuses, atascados, se las veían negras para circular. Los conductores preguntaban a los guardias urbanos y éstos se encogían de hombros. En este acceso del parque una enorme pancarta, en la que se leía «Puig dimisión», daba la bienvenida a los recién llegados. Al otro lado de la valla, en el interior del parque, los Mossos, apostados, habían formado su propio cordón sanitario a la expectativa de que ningún energúmeno se saltara el pacto de no agresión acordado entre indignados y Generalitat. A saber, la administración prohibía acampar en el parque pero cedía el extremo sur del paseo de Sant Joan.
«Mas es menos»
A diferencia de lo ocurrido en los últimos días de acampada en plaza Catalunya, el desgaste del movimiento propició que grupúsculos radicales tomaran protagonismo, la manifestación volvía a ser una amalgama de personas de todas las edades. Las pancartas de los presentes alternaban los mensajes propios del 15-M como «Si nos nos dejáis soñar no os dejaremos dormir», con otros de nueva cuña tipo «Mas es menos». E incluso un grupo de jubiladas portaba pancartas de «pensión real ya». Uno de los momentos álgidos se vivió con la llegada conjunta de las columnas del Baix Llobregat y de la UB. Éstos cargaban con un ataúd que en su interior albergaba el cadáver de la educación pública. El féretro fue vitoreado hasta las puertas del parque.
Los diputados exigen poder debatir
Los partidos catalanes exigieron ayer a los «indignados» de Barcelona que no obstruyan hoy el acceso de los diputados al Parlamento catalán, donde debe debatirse el proyecto de ley de Presupuestos de la Generalitat de 2011, tras recordar que sólo se tuvo que cerrar la Cámara en los «Hechos de Octubre» de 1934 y durante la época franquista. La etición de los grupos responde a la convocatoria de los «indignados» de acampar para montar un cordón humano a primera hora de hoy y evitar la entrada de los diputados en la Cámara, donde tiene que debatirse el proyecto de ley de Presupuestos. Para evitarlo, los Mossos d'Esquadra y el Ayuntamiento de Barcelona mantuvieron cerrado al público los accesos al parque desde primera hora de la tarde del miércoles. El líder municipal del PP, Alberto Fernández, reclamó ayer el desalojo inmediato de la plaza Catalunya y también que se impidieran nuevas campadas en el parque de la Ciutadella.
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