Profesores
Rescate de la enseñanza
El deterioro de la calidad educativa ha llegado a cotas alarmantes. En la mayoría de los indicadores y baremos internacionales España ocupa, año tras año, el furgón de cola. La causa fundamental reside en el sectarismo ideológico con que los distintos gobiernos del PSOE han organizado la educación, que se han inspirado en una pedagogía igualitarista y devaluadora de valores tales como el mérito académico, el respeto al profesor y el reconocimiento del esfuerzo. Así entendida, la tarea educativa relegó su función primordial de transmisión de saberes y de adiestramiento intelectual en beneficio de otros propósitos. El desalentador panorama de hoy se debe casi íntegramente al PSOE, que desde que llegó al poder por primera vez en 1982, ha puesto en práctica cinco leyes distintas con un mismo resultado. Un Gobierno del PP, el presidido por Aznar, intentó en 2003 poner remedio al desastre, pero su ley de calidad educativa fue derogada por los socialistas antes de que se pudiera desarrollar plenamente. Ahora vuelve a presentarse la oportunidad de corregir un grave error que hipoteca el futuro de España. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, presentó el viernes las líneas maestras de la reforma, que lleva el significativo título de Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa. A falta de conocerse el texto en su integridad, lo ya avanzado suena muy bien y camina en la dirección adecuada. Para empezar, se incrementa un 25% la carga lectiva de materias básicas como Matemáticas, Lengua e Idiomas; se adelanta a 3º de la ESO la elección de itinerarios; el 4º será un curso de orientación hacia FP o Bachillerato; y no se podrá pasar de curso con más de dos suspensos (hasta ahora se podía incluso con cuatro). Pero la novedad más destacada es la introducción de tres exámenes de reválida como culminación a los tres ciclos educativos: de Primaria a ESO, de ESO a Bachillerato y final de Bachillerato. Se suprime el examen de Selectividad, que se había convertido en la metáfora del sistema educativo socialista: un trámite burocrático que ni seleccionaba ni servía para nada. El control de acceso a la Universidad, por tanto, queda en manos de cada centro universitario. Otras novedades anunciadas el viernes se refieren a las becas. El Gobierno de Rajoy mantiene su montante económico, que supone el 66% de todo el presupuesto educativo, pero las vincula al rendimiento académico, de modo que la perderá quien no obtenga una calificación del 5,5 o no apruebe el 50% de los créditos. Hasta ahora, bastaba con presentarse al examen o matricularse para recibirla, en un evidente despilfarro del dinero de todos. El ministro Wert ha empezado con paso firme y acertado, pero aún quedan incógnitas por despejar, como por ejemplo el papel del Estado en la enseñanza que se imparte en las comunidades autónomas.
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