Cambios en el PP
Operación Solana
Llegados a la conclusión de que el mayúsculo descrédito internacional de España puede hacer imposible la recuperación, en los interiores del PSOE se empiezan a producir movimientos cara a la posibilidad de que Zapatero no se presente a las próximas elecciones generales o bien decida incluso poner fin a su mandato con anterioridad para favorecer la recuperación con un cambio en la cúspide del Gobierno que modifique el escenario actual y permita generar confianza. En esas hipótesis surgen varios nombres, algunos de ellos descartados desde el primer momento. Por ejemplo el de Bono, por encontrarse en una situación de imagen que no es ciertamente la mejor, a consecuencia de las informaciones sobre su patrimonio. Patxi López es una opción que suena bien a muchos, aunque tiene el inconveniente de la juventud y el hecho de que dejaría huérfano al Gobierno vasco en un momento en que es mejor no hacer experimentos. Descartada Chacón por sus continuos errores, de los ministros en ejercicio sólo quedan dos bien situados, Ambos, José Blanco y Rubalcaba, se han ido ganando aprecio como gestores razonables y perfectamente podrían encabezar una operación de sucesión, aunque cuentan con el importante hándicap de la imagen popular, que a ninguno acompaña de momento.La vieja guardia felipista cuenta con una carta más segura, ya usada otras veces como solución posible para casos de emergencia. Esa carta lleva impresa la imagen y el nombre de Solana. Por varias razones, en determinados cenáculos socialistas se habla cada vez más del ex alto representante de política exterior de la Unión. Sin duda es hombre de prestigio internacional, bien considerado en Europa y en la OTAN, excelente amigo del vicepresidente norteamericano Joe Biden, y muy respetado en su autoridad en el partido prácticamente por todos los sectores. Solana tiene edad de jubilado, pero sus años son ideales para el momento que vivimos, donde la experiencia y las relaciones se valoran por encima de la mera juventud. Su nombre lo plantean unos y otros para cargos de relieve como una vicepresidencia, incluida la económica, o bien la cartera de Exteriores, a la que su perfil se ajusta perfectamente. Se trataría de fortalecer la imagen del ejecutivo con un peso pesado de prestigio, lo que serviría para dar mayor solidez al gabinete y tranquilizar a los mercados. Por supuesto que algunos van mucho mas allá, y de lo que hablan directamente es de la sustitución de Zapatero por Solana. Llegados a la situación actual, con acumulación de errores y una crisis agravada por la gestión claramente equivocada del jefe del Gobierno, se considera que lo mejor sería que ZP renunciara a acabar la legislatura y diera paso a una persona de proyección mundial como Solana para que formara un gobierno de notables hasta el final de la Legislatura y convocara elecciones, sin que eso significara que fuera el propio Solana el cabeza de la lista socialista.Ciertamente se trata de conspiraciones de salón, pero quienes las defienden y exponen no son gente cualquiera. La preocupación interna en el PSOE es grande por la falta de acierto de Zapatero y más aún por el hecho de que siga sin dar muestras de capacidad de organización, lo que resulta exasperante tanto a nivel interno como en el resto del país.
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