El túnel del tiempo

Murcia no es Galicia, ni los socialistas se han portado con la Región como lo hicieron los populares con las Rías Baixas. Llegué a esta tierra hace ahora nueve años cuando los informativos echaban humo a cuenta del hundimiento de un barco llamado «Prestige» en los costas gallegas. Vine para montar la edición regional del periódico después de haberlo hecho en dos ocasiones anteriores y con notable éxito en Cataluña con LA RAZÓN y el ABC. Aquello del «Prestige» me impresionó sobremanera. De un lado, el despliegue de solidaridad con el pueblo que se articuló a partir del trágico accidente; del otro, la formidable reacción institucional que se gestó para que la marea del «chapapote» quedara minimizada al máximo. El PP de Aznar se volcó en esas ayudas a la mañana siguiente al siniestro y, especialmente, Mariano Rajoy, que puso en contacto a todas las administraciones implicadas y cuanto tenía en sus manos para que el dinero llegara pronto a Galicia y se pudieran taponar las heridas de una crisis sin precedentes por los vertidos de fuel. El PSOE, entonces en la oposición, sólo se limitó a repartir las culpas: que si el ministro de Fomento (Álvarez-Cascos) era un incompetente; que si a Aznar sólo le interesaba la foto de Las Azores; que la costa más marisquera de España se había perdido; si se dieron o no las órdenes correctas para acoger el buque en puerto o fue peor alejarlo mar adentro... Seis meses después de la tragedia del «Prestige» Galicia había recuperado totalmente la calma, se había limpiado el «chapapote» y hasta los de «nunca máis» se pegaron unas cuantas fiestas a cuenta de las ayudas públicas. Hoy se cumplen seis meses de otra tragedia, la de Lorca, pero a diferencia de entonces los socialistas están en el poder y a los lorquinos sólo les han llegado 2,6 millones de euros, uno de la Comisión Mixta y el resto de las ayudas por solidaridad. Murcia no es Galicia, ni los socialistas han hecho lo mismo por esta tierra. A día de hoy hay muchas promesas sobre la mesa, pero la realidad de los hechos desmiente lo que se esperaba. Razón tenía Valcárcel para pedir un «Plan Prestige» para Lorca, pero el Gobierno no suelta ni cinco. En el funeral por los fallecidos, Zapatero se comprometió a las ayudas a la mañana siguiente, pero en Lorca siguen esperando a que llegue algo que les permita reactivar una ciudad que está anclada en el túnel del tiempo. El PSOE se ha olvidado de Lorca y nada indica que vaya a cambiar, pues esperan que sea el PP quien traiga la receta para sacar a la Ciudad del Sol de ese tiempo de olvido.