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Las fuerzas de Gadafi frenan la entrada de los rebeldes en Sirte

Las fuerzas rebeldes han tomado en la madrugada del lunes el control de Sirte, ciudad natal del mandatario libio, Muamar Gadafi, ubicada en el centro del país árabe y considerada la puerta a Trípoli, según ha informado un portavoz de la insurgencia.

Milicianos en busca de seguidores de Gadafi en la localidad de Ras Lanuf
Milicianos en busca de seguidores de Gadafi en la localidad de Ras Lanuflarazon

Los pocos corresponsales que se encuentran en Sirte, como la periodista del Times de Londres Deborah Haynes afirman que la ciudad sigue en manos del régimen del coronel Gadafi.

La agencia estatal libia indicó hoy que Sirte había sido bombardeada, además de Trípoli y zonas habitadas de Sebha, donde han causado numerosas víctimas civiles, aunque ninguna fuente independiente ha podido corroborar esta información.

Las fuentes militares citadas por la agencia estatal señalaron que también fue bombardeada la localidad de Mizdah, unos 180 kilómetros al sur de Trípoli.

Los milicianos alcanzaron ayer en su imparable avance Ben Yauad, a medio camino entre Sirte y Ras Lanuf, el enclave petrolero que cayó en sus manos al igual que Briga, otro importante puerto petrolero.

Los rebeldes libios desviaron ayer su incursión hacia Sirte por el suroeste a través de Naufaliya, donde los gadafistas han plantado combate hoy, según Al Yazira.

El enorme impulso de la ofensiva rebelde les ha permitido recorrer más de 450 kilómetros desde que partieron de Bengasi el sábado, con la ayuda de la aviación internacional, que anuló la capacidad defensiva de los gadafistas, quienes tuvieron que retirarse en desbandada.

Sirte, situada a unos 450 kilómetros el este de Trípoli y donde Gadafi acostumbraba a recibir y agasajar a sus huéspedes preferidos, está considerado uno de sus principales feudos tribales y puede decantar la suerte de un régimen que dura más de 41 años.

Sede de algunos departamentos ministeriales, con un majestuoso centro de convenciones donde Gadafi celebraba sus devaneos como líder regional panárabe con aspiraciones continentales, aloja también importantes depósitos de armamento.

Los rebeldes libios habían anunciado la toma de Sirte, algo que parece estar lejos de la realidad.

"Hemos tomado Sirte gracias a dios", dijo uno de los rebeldes de Bengasi, que se identificó como Salah.

Tras el anuncio de la toma de Sirte, se pudieron escuchar esta madrugada en Bengasi el sonido de disparos al aire y de cohetes por parte de los rebeldes para celebrarlo.

Poco después, un n reportero de Reuters informaba desde la ciudad natal de Muamar Gadafi, Sirte, de que no había indicios de que la localidad haya caído en poder de los rebeldes, pese al anuncio previo en ese sentido hecho por las fuerzas opositoras desde su cuarteles generales en Benghazi (este).

"De momento, todo lo que vemos es demasiado normal", declaró el reportero durante una gira organizada por el Gobierno en Sirte. El periodista ha visto algunos policías y soldados en las calles de la ciudad, pero no hay indicios de combates.

El enorme impulso de la ofensiva rebelde les ha permitido recorrer más de 450 kilómetros desde que partieron de Bengasi el sábado, con la ayuda de la aviación internacional, que anuló la capacidad defensiva de los gadafistas y estos tuvieron que retirarse en desbandada.

Sirte, situada a unos 450 kilómetros el este de Trípoli y donde Gadafi acostumbraba a recibir y agasajar a sus huéspedes preferidos, está considerado uno de sus principales feudos tribales y puede decantar la suerte de un régimen que dura más de 41 años.

Sede de algunos departamentos ministeriales, con un majestuoso centro de convenciones donde Gadafi celebraba sus devaneos como líder regional panárabe con aspiraciones continentales, aloja también importantes depósitos de armamento.


Avance imparable

En 48 horas la guerra Libia dió un vuelco inesperado, por lo menos en el frente este que se está desplazando rápidamente y sin pausa. Los rebeldes reconquistaron en la madrugada del sabado el enclave petrolífero de Brega, donde apenas encontraron resistencia y cuyo control quedó asegurado en pocas horas

La toma se realizo casi sin violencia, tal y como aseguraban aquellos que protegen ahora las puertas de la localidad y como demostraba el número de víctimas: un muerto y un herido, según un doctor del hospital más cercano.

A primera hora de la mañana de ayer, los milicianos revolucionarios marchaban ya hacia Ras Lanuf, con paso firme y sorprendentemente veloz, y se hacían con el control de este importante puerto a mediodía. Esto ha sido posible gracias al apoyo de las fuerzas internacionales, que bombardearon durante la noche la carretera que va desde Ajdabiya a Ras Lanuf, despejando el camino a los rebeldes, que ya vuelan rumbo a Sirte, fortalecidos y soñando de nuevo con marchar sobre Trípoli. «Nuestro avance está siendo tan fácil gracias a Sarkozy [el presidente francés]», dice un combatiente de mediana edad, que asegura que la batalla por Brega ha sido sencilla, mientras que no lo fue en absoluto a principios de mes, cuando los rebeldes empezaron su ofensiva para liberar el oeste del país. «La coalición internacional ha eliminado los principales obstáculos», dice Saad Sati, un líder de una unidad de combatientes voluntarios, «pero queremos ir asegurando posiciones».

Los revolucionarios no quieren cometer los mismos errores que en el pasado, cuando alcanzaron con dificultad y mucha sangre la localidad de Ben Yauad, a unos 60 kilómetros al oeste de Ras Lanuf, donde las tropas de Gadafi les tendieron una trampa, empezando así su contraofensiva hacia el este, que llevó al coronel hasta las puertas de Bengasi. Ahora sus fuerzas se han visto obligadas a retirarse, después de que los bombarderos aliados destrozaran su armamento pesado.

La carretera que lleva de Bengasi a Ras Lanuf a través del desierto y que ha sido el escenario de los combates entre las fuerzas pro y anti Gadafi en las últimas tres semanas, presentaba ayer un aspecto desolado y de mucha destrucción. Allí han quedado las posiciones de las tropas del coronel literalmente carbonizadas por los bombardeos aliados, que se han convertido en lugar de peregrinación para los habitantes de la zona, quienes acuden a sacarse fotos con los tanques ennegrecidos y los restos de los obuses lanzados por éstos.

Gadafi entró y aterrorizó Ajdabiya durante más de una semana y ayer, en su primer día de libertad, la ciudad intentaba recuperar la vida, aún sin agua corriente ni electricidad. En el hospital hacían el recuento de los muertos en los ataques con artillería pesada y francotiradores de Gadafi, que podrían superar los 100 en dos semanas, según contaba el doctor Suleiman Rifali. Relatos de esas mismas atrocidades siguen llegando de la ciudad de Misrata, que continúa bajo el asedio de las fuerzas de Gadafi, que han rebajado la intensidad de sus ataques después de las operaciones selectivas por parte de la coalición, pero aún no se rinden en la tercera ciudad del país.

Después de haberse visto obligado a retirarse de buena parte del este, Gadafi podría ahora centrar su estrategia en asegurarse el oeste, bajo su control desde el comienzo de las revueltas el pasado 17 de febrero, pero donde existe disidencia, la cual podría levantarse también contra el dictador, cuando se aseguren primero que esté lo suficientemente debilitado.