Todos a una por José Clemente

El ejecutivo de Ramón Luis Valcárcel ha logrado en apenas dos semanas tres de los retos más importantes trazados para la presente legislatura. Se trata del compromiso alcanzado con el ministro de Agricultura, Alimentación y Agua, Miguel Arias Cañete, en torno a la reforma de la PAC y el veto a los productos marroquíes, la confirmación de que se llevará a cabo un Plan Nacional del Agua en sustitución del antiguo PHN, que lleve agua desde las cuencas excedentarias a las necesitadas y, el acuerdo de un nuevo Pacto Social que entierre los conflictos con los funcionarios y permita la creación de empleo, además de la paz social entre sindicatos, patronal y gobernantes imprescindible para lograr los objetivos que se marcan en la «hoja de ruta» que la hará posible. Son tres hitos sin los que el desarrollo económico y el crecimiento son inviables y sin los que es materialmente imposible pensar en cualquier otra medida que nos permita abordar con éxito la salida a la actual crisis. No es posible, repito, cualquier recuperación que no transite esas vías que, además, se verán complementadas con grupos de trabajo «tripartitos» para seguir de cerca la circulación por ellas y el cumplimiento de todos sus puntos hasta el último de los reflejados en el documento suscrito por UGT, CC OO, CROEM y Gobierno autónomo. Con el impulso del turismo, y ya se le ha puesto fecha a algunos de los proyectos más destacados, la Región de Murcia recuperará un terreno perdido para ponerla en la órbita de las comunidades más atractivas del sector, sin detrimento de lo realizado hasta la fecha, que no ha sido poco ni mucho menos rentable. Eso sí, el turismo regional necesita de nuevos impulsos que son los que ahora se buscan y para ese menester llegó ayer a Murcia la mismísima secretaria de Estado del ramo, al igual que antes, en el asunto del agua, lo había hecho Arias Cañete. Pero faltaba la «joya de la corona», es decir, el acuerdo con los agentes sociales y la patronal que trajera la paz necesaria para hacer que la Región creciera en un clima de consenso y de «todos a una», que es la única manera que se conoce para hacer posible el avance de un territorio en las peores condiciones, que es en lo que estamos y, para eso, el único camino del que sabemos algo es remar todos en la misma dirección. ¡Hagámoslo!