Congreso Extraordinario del PSOE

Un presidente 38 ministros

Tras una victoria sorprendente en marzo de 2004, el presidente del Gobierno desembarcó en La Moncloa con sus fieles. Por aquellas fechas, supo integrar en su círculo más próximo a los amigos de siempre (José Antonio Alonso y Jesús Caldera), a los apoyos del presente (Juan Fernando López Aguilar) y a los adversarios del partido (José Bono).

Un presidente, 38 ministros. Vea el GRÁFICO COMPLETO en documentos adjuntos
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En la retaguardia, colocó a dos pesos pesados, Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco. Desde el minuto uno, José Luis Rodríguez Zapatero, defensor a ultranza de la igualdad entre sexos, tuvo claro que su segunda en su Gabinete sería una mujer. Un año antes de convertirse en inquilino de La Moncloa, se fijó en Teresa Fernández de la Vega. Una amiga común hizo las veces de anfitriona. Desde entonces hasta hoy, sus gobiernos se han sucedido con mayor o peor fortuna. En total, 38 personas han desfilado por ellos. Las razones que han justificado estos cambios han sido siempre las mismas: el proceso de paz, el deseo de que una mujer le sustituyera y, sin duda, la crisis económica. Su primera legislatura transcurrió con un goteo de pequeñas entradas y salidas de ministros, pero sin excesivos sobresaltos. Zapatero culminó su primer mandato con cuatro remodelaciones, una por año. Pese al elevado número, sólo fueron significativas algunas idas y venidas de miembros del Ejecutivo. Su obsesión por acabar con ETA justificó la entrada de Rubalcaba en Interior y la salida de Bono. Su fracasada apuesta por convertir a una mujer en la primera presidenta del Gobierno español explicó la incorporación de Carmen Chacón en Vivienda en 2007 y su nombramiento en Defensa en 2008. Un año después de estrenar su segunda legislatura se dio bruces contra la recesión económica. Con un Gobierno cuestionado por su falta de pulso y de peso político para afrontar la crisis, el presidente acometió su crisis más profunda. En ese momento volvió la mirada a la vieja guardia. Uno de los barones socialistas, Manuel Chaves, asumió la Vicepresidencia tercera para lidiar con las autonomías, tras el desgaste de la reforma del Estatut. Pero, sin duda, Rubalcaba ha sido y es su sostén y guía. En él confió esta renovación. Urgido por la imperiosa necesidad de mejorar la comunicación del Ejecutivo en plena adopción de ajustes sociales para frenar la sangría del desempleo, un año después volvió a ponerse en manos de su escudero Rubalcaba. Ahora, por él ha liderado su novena y última remodelación.