Sevilla
Montoro deja claro que es el Gobierno el que controla los pagos del FLA
«Sí hay condiciones», desliza en oposición al discurso oficial de la Junta
Sevilla- «Vengo a explicar las cifras». Bajo esta premisa compareció ayer en Sevilla el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la Interparlamentaria del PP-A, que reúne a representantes andaluces en el Congreso, el Senado y el Parlamento autonómico. Las cifras que se afanó en desbrozar son las que ilustran la ayuda económica del Ejecutivo central a Andalucía. Ningún otro gobierno ha ayudado a la comunidad en la medida en que lo está haciendo el de Rajoy, subrayó en varias ocasiones el presidente regional de la formación, Juan Ignacio Zoido, que tomó la palabra, al igual que el vicesecretario de política autonómica y local del PP, Javier Arenas. Detalló Montoro minuciosamente la «importante inyección». 5.158 millones ha recibido la comunidad en los últimos meses entre liquidaciones de financiación, crédito ICO, anticipos por la partición en los ingresos del Estado, pago a proveedores (2.693) o el último anticipo con cargo al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de 600 millones, un capote providencial que ingresó la Tesorería de la Junta 24 horas antes de que tuviera que hacer frente a un vencimiento de deuda por esta misma cuantía . «Detrás de este dinero está la financiación de los servicios públicos de Andalucía, que las empresas sigan funcionando». No aludió explícitamente a la estrategia de la confrontación por parte de la Junta que sí citó Zoido. El clima entre ambas administraciones ha entrado aparentemente en vía de entendimiento. «Desde el Gobierno de España no hay diferencias» en el trato en función del color político, subrayó el titular de Hacienda. «Pronto» viajará a Cataluña para explicar también allí las medidas de apoyo.
Dejó claro Montoro, no obstante, que el dinero del FLA –la Junta pide 4.906 millones y el Gobierno ofrece 2.133– sí tiene condiciones, contenidas en el decreto-ley que regula el fondo y en el memorándum enviado a las comunidades que aceptó formalmente la Junta en el Consejo de Gobierno del martes. Citó dos principales: el cumplimiento del déficit, cifrado en el 1,5 por ciento para 2012. «El objetivo de déficit no se discute», llegó a decir en un momento de su alocución. No obstante, el BBVA anota dificultades en su último informe para que la Junta pueda ajustarse a este larguero. Y, la segunda condición, el control sobre los pagos del FLA para que el dinero vaya al destino prefijado. Sustancialmente es el pago a proveedores.
El toque de atención de Montoro no pasa desapercibido. Se produce después de la repetición constante por parte de la Junta de que la única condición es el cumplimiento del déficit, que en San Telmo están convencido de que cumplirán. Más difícil es el de 2013, del 0,7 por ciento. El otro socio del bipartito (IU) mira de reojo. Una de las máximas para aceptar el dinero era que Andalucía no perdiera la autonomía que va a perder.
La reforma profunda de la administración pública fue uno de los tres ejes que detalló Arenas para conseguir acercar el discurso político a los ciudadanos. La consideró más urgente incluso que la reforma del sistema de financiación que tanto defendió siendo presidente del PP-A.
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