Literatura
Un pitillo para Julian Barnes
«Pulso»Julian Barnes Anagrama. 264 páginas. 17,90 euros.
En el ocaso de una vida, en el inicio del dolor, en los lugares donde falta todo aquello que una vez estuvo, hay algo: lo que se ha hecho permanece y lo que se transmite es la experiencia, lo que se ha aprendido a fuerza de incertidumbre, de pasos equivocados. Eso es lo que les ocurre a muchos de los personajes de estos cuentos de Julian Barnes, uno de los escritores más exquisitos en lengua inglesa, tan sensible a las peripecias del amor y, desde hace algunos libros, también entregado a la sabia reflexión sobre el paso del tiempo, al otoño crepuscular que llega con los años.
El pintor ciego
De ahí que en «Pulso»(dividido en dos partes: la primera contiene nueve cuentos y la segunda, cinco historias más, unidos por una curiosa particularidad: los personajes adolecen de algún sentido importantísimo: un pintor ciego, un músico sordo…) haya durante todo el tiempo un aroma a despedida, con viudos que van a esparcir las cenizas de su esposa en una isla desolada, con hombres mayores que se enamoran de camareras del Este, con divorciados que combaten el ocio saliendo a correr y con historias de parejas siempre a punto de separarse, parejas que se reúnen a una mesa para hablar de la guerra de Iraq, de enfermedades, de cigarrillos, de todo lo que ocurre en un presente vertiginoso, sujeto a la contigencia y al azar.
Reciente ganador del premio Man Booker (había sido finalista en varias ocasiones) con la novela «The Sense of and Ending» (Anagrama, que publica toda su obra, la editará el año próximo) «Pulso» significa el regreso de Julian Barnes al cuento después de libros como «La mesa limón» y «Al otro lado del Canal», un género en el que el autor de «El loro de Flaubert», tanto entonces como ahora, sigue dando muestras de su inagotable talento para iluminar el fulgor nocturno de una vida.
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