Llanto por bulerías para Moraíto

Para empezar, había nacido en el barrio de Santiago, y para colmo, pertenecía a la dinastía de los Moraos. Puro toque de Jerez. No es de extrañar que lo más granado del flamenco se haya citado en un escenario de Madrid para rendir tributo a Moraíto Chico después de haberlo hecho en su tierra. Abrió fuego con retraso flamenco Miguel Poveda y un jondísimo lamento, «cuánto hemos llorao desde que te fuiste», para luego calentar al respetable con un mix de sus éxitos. El martinete de Sordera por su «hermano» Morao conmocionó antes de las bulerías que supieron a copla. Desde Granada, Marina Heredia llegó con tangos y luego volvió al palo anterior porque el homenajeado era «el rey de la bulería». La armónica acompañó a Duquende, que precedió a Arcángel, que se congratuló de que «el flamenco siempre atiende a la llamada para reconocer el talento». Con la cercanía del confidente se lamentó Fernando de la Morena en una seguiriya que fue lo más parecido a un llanto. Cómo no, por bulerías, se lamentó, El Torta. Y más, del rap de Diego Carrasco a el homenaje a Triana de los Rockeros Canasteros, el Negri, para acabar con Antonio Carmona. Una especie de selección nacional del flamenco, reunidos para exaltar a la dinastía del Morao, a Jerez como cuna de flamencos, y en la que también se hicieron presentes otros nombres como Camarón, Juana Reina, Concha Piquer, Lola Flores y Enrique Morente. Esta noche aún hay otros flamencos dispuestos a arrimar el hombro, de Tomatito a Carmen Linares sin olvidar a El Cigala.