Enfermedades
Arándanos rojos contra las infecciones urinarias
Una revisión de estudios científicos avala el empleo de este fruto en la prevención de la cistitis. Su riqueza en proantocianidinas bloquea la capacidad de la Escherichia coli de infectar la mucosa urinaria y carece de efectos secundarios
De todas las épocas del año el verano sea, quizás, una de las más propensas para contraer infecciones urinarias. El uso de ropa húmeda como bañadores unido al calor puede favorecen su aparición. La variedad rojo americano o cranberry se alza como el remedio natural más eficaz y que con el aval de la comunidad médica para prevenir las patologías de este tipo. Al menos, así lo asegura una revisión de estudios clínicos en los que se evaluó que el uso de productos que contienen arándanos rojos puede estar relacionado con la prevención de las infecciones del tracto urinario, según aparece publicado en «Archives of Internal Medicine».
Más prevalentes
El doctor Chih-Hung Wang del departamento de Urgencias del Hospital Universitario de Taiwan y responsable de la revisión científica, afirma a este semanario que «los arándanos rojos poseen un compuesto, proantocianidinas de tipo A (PACs), que inhiben la adherencia de la bacteria Escherichia coli, uno de los patógenos más prevalentes en la mucusa urogenital. Por ello, los productos que contienen arándanos podrían disminuir la tasa de incidencia de las infecciones urinarias».
Por su parte Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta del centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito) añade que «su especial mecanismo de acción hace que la administración de arándano rojo no provoque resistencias como ocurre, por desgracias, con los antibióticos».
En concreto, el uso de este fruto es más eficaz, según los autores del estudio, «en mujeres con infecciones urinarias recurrentes y los niños, que consuman, tanto el zumo de arándano rojo como los productos que lo contienen, más de dos veces al día». Por ello, continúa Wang, «hemos encontrado que beber zumo de arándano tiene un mayor efecto protector frente a las cápsulas. Este beneficio puede venir del efecto sinérgico de sustancias desconocidas en el zumo que no hay en las pastillas». A este respecto, Ortega matiza que «la administración en formas farmacéuticas como cápsulas, comprimidos o sobres, no sólo permite ajustar la dosis a la cantidad de proantocianidinas eficaz sino que también asegura una buena conservación de los principios activos, muy importante en el caso de las PACs del arándano americano».
Conviene tener en cuenta que «la administración de cranberry al inicio de los síntomas de infección puede evitarla. Se aconseja la utilización de arándano rojo durante varias semanas –30 días seguidos– tras la desaparición de dichos síntomas para evitar una recidiva», aclara Ortega.
En cuanto a la dosis recomendada, prosigue la experta, «la comunidad científica aconseja dos tomas al día de preparados que contengan al menos 140 miligramos PACs, de los cuales una parte importante han de ser de la serie A». A diferencia de los antibióticos, los arándanos rojos están exentos de efectos secundarios e, incluso, «puede tomarse durante periodos prolongados, tanto como prevención como en tratamiento, en combinación con los antibióticos», matiza Ortega. Asimismo, los preparados farmacéuticos pueden utilizarse durante el embarazo. No obstante, Wang advierte de que a diferencia de las pastillas, «el consumo prolongado de zumo de arándano rojo puede producir molestias gastrointestinales».
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