Los sindicatos sin rumbo

Los sindicatos siguen sin aprender la lección. Ni los intereses de los trabajadores o de los ciudadanos, ni la racionalidad, ni el bien general. Les mueve la sopa boba. No han tenido bastante con el fracaso de la huelga de funcionarios. Continúan en su dislate, en perjudicar a las empresas y a los valencianos.Sólo así se entiende la huelga programada para el metro de Valencia y el TRAM de Alicante para las fechas de la Fórmula 1 y de las Fiestas de las Hogueras de San Juan. ¿Motivo?. Que no quieren la privatización de la gestión de las nuevas líneas de transporte. No quieren darse cuenta de que ese tipo de funcionamiento rige ya en muchas ciudades españolas y en las de otros países desarrollados del continente.Se niegan, además, a percibir el sentir ciudadano. A los usuarios del Metro y del TRAM les importa que sean modernos, puntuales, cómodos, rápidos y lo más barato posible. Nos trae al pairo que los dirijan la Administración, Sacyr, Bombardier, Veolia o CAF.Esta vez no tienen argumentos convincentes. Los sindicatos deben reflexionar sobre sus posiciones si no quieren encontrarse solos, sin que nadie les siga y con el rechazo de la sociedad.Así es la vida.