Francia

Una Liga a la escocesa

La Razón
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Están equivocados quienes creen que tenemos la mejor Liga del mundo. Aunque aún no esté certificado, caminamos hacia una competición a la escocesa y ello no puede ser futuro entusiasmante. Para los seguidores del Real Madrid y del Fútbol Club Barcelona jugarse el título en un mano a mano constante puede que sea divertido porque siempre queda el consuelo de que no ganar no aparta más allá del segundo puesto. Esa situación puede acabar siendo estomagante.
Hace tiempo que los dos grandes no llenan los estadios. Se recurre a la excusa de que los dirigentes de los clubes que les reciben ponen precios demasiado altos y, aunque la crisis tenga algo que ver, el síntoma está más allá. Asistir a un partido en el que se tiene la conciencia de que el equipo de uno va a perder desanima y no crea grandes emociones entre los aficionados.
Real Madrid y Barcelona ya están escapados en la clasificación y sin posibilidades de que los más próximos perseguidores se les acerquen y les creen preocupación alguna. La Liga española necesita cambio importante con el fin de que el título no sea un reparto entre los dos grandes.
En Inglaterra, a pesar del desembarco de grandes capitales en diferentes clubes, el campeonato no es cosa de los dos teóricamente más ricos. A la victoria final aspiran siempre varios equipos. Lo mismo sucede en los campeonatos de Alemania, Italia y Francia. No es bueno ser tan equiparables a Escocia donde Celtic y Rangers se lo guisan y se lo comen. Deportivamente, el torneo pierde interés y, económicamente, son los intereses los que crecen desmesuradamente. Por las deudas. No hay coto a nada.