Andalucía

Arenas avisa de los efectos para el empleo de una coalición PSOE-IU

El presidente del PP-A deja claro que no hará público su Ejecutivo hasta que no gane las elecciones.

Arenas, en un momento de su intervención ayer en Sevilla, donde fue presentado por el notario Luis Marín Sicilia
Arenas, en un momento de su intervención ayer en Sevilla, donde fue presentado por el notario Luis Marín Sicilialarazon

SEVILLA- El Partido Popular se ha guardado en todo este tiempo un cartucho: llamar la atención sobre las consecuencias que tendría para Andalucía un gobierno de coalición entre el Partido Socialista e Izquierda Unida. O, lo que es lo mismo, que comunistas como el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, pudieran pasar a la bancada gobernante si el PP no consigue la mayoría absoluta en las próximas elecciones autonómicas.

Extraoficialmente, algunos dirigentes del PP sí se han mostrado a favor de trasladar este mensaje para contrarrestar el «que viene la derecha» del Partido Socialista. Sin embargo, el máximo dirigente de la formación en Andalucía, Javier Arenas, ha evitado pisar en todo momento esta línea roja. Probablemente porque esto provocaría fricciones con la formación que lidera Diego Valderas y debilitaría la dinámica de la oposición. No queda tan lejos el bienio 94-96 en el que Arenas y el izquierdista Luis Carlos Rejón pusieron contra las cuerdas a un Manuel Chaves sin mayoría absoluta.

Arenas participó ayer en un desayuno que organizó «Fórum Europa. Tribuna Andalucía» en Sevilla y al hilo de una pregunta argumentó: «Va haber dos opciones claramente. El Partido Popular y la suma PSOE e IU. Y la verdad es que tenemos que pensar qué significa esto para el empleo del futuro. Tenemos una experiencia en Sevilla muy llamativa. Los andaluces deberían conocerla a fondo», dijo en relación al Gobierno Monteseirín-Torrijos de las dos últimas legislaturas, con un rosario de escándalos, muchos de los cuales siguen en este momento su trámite en los juzgados: Mercasevilla, facturas falsas o el veto de una edil de IU al homenaje al escritor Agustín de Foxá.

Aún así, el presidente del PP-A se mostró convencido de que el cambio puede ser una realidad y recordó que, aunque no se cree las encuestas, cinco de las doce publicadas en los últimos meses otorgan a su formación mayoría absoluta. Según sus cálculos, cualquier sondeo con una ventaja de siete o siete puntos y medio respecto al PSOE se traduciría en una «mayoría de gobierno». La publicada el lunes, del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral, otorga al PP 9 puntos de ventaja sobre los socialistas.

Lo que sí rechaza de entrada Arenas es dar a conocer la composición de su posible gobierno antes de las elecciones. «Eso tiene que dar una mala suerte espantosa», deslizó con sorna, tras asegurar que «por supuesto» lo tiene pensado. Lo único que avanzó es que sería más reducido que el actual –apuesta por 10 consejerías, frente a las 13 actuales– y que ve positiva la incorporación de independientes.

Las líneas principales de la intervención de ayer ya las desarrolló el dirigente popular en la Convención del PP del pasado fin de semana: la apuesta por la «austeridad al poder»; un amplio paquete de reformas para aminorar la carga fiscal, como el IVA superreducido del 4 por ciento en el sector turístico o la recuperación de la deducción por vivienda; la despolitización de las cajas de ahorros; o la profesionalización de las comisiones de urbanismo y los parques naturales. «No puedo permitir que algunos quieran convertir su fracaso en el fracaso de la política», apostilló.