Navarra

La trampa electoral de ETA sin posibilidades en Navarra

El coordinador general de Aralar en Navarra, Txentxo Jimenez (i) y el presidente de EA en Navarra, Maiorga Ramírez, en la rueda de prensa para dar a conocer el acuerdo que ambas formaciones han firmado para seguir integrando la coalición Nafarroa Bai
El coordinador general de Aralar en Navarra, Txentxo Jimenez (i) y el presidente de EA en Navarra, Maiorga Ramírez, en la rueda de prensa para dar a conocer el acuerdo que ambas formaciones han firmado para seguir integrando la coalición Nafarroa Bailarazon

MADRID-Los proetarras empiezan a ponerse nerviosos. La presentación hace unos días en Pamplona de un documento, con el que pretendían escenificar un cierto distanciamiento de la banda criminal, denotaba, según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, precipitación, como si temieran que futuras actuaciones de los pistoleros (que conocen o intuyen) pudieran complicarles su presencia en las elecciones municipales del año que viene. El anuncio por parte de Aralar y, sobre todo, Eusko Alkartasuna (partido en el que quieren colar sus candidatos), de que en Navarra volverán a presentarse en la coalición Nafarroa Bai, y que no cuentan, en ningún caso, con los proetarras, les coloca en una situación complicada, sobre todo si se repite en el País Vasco.La sombra del «primo de los zumos» (ETA) está siempre detrás de cualquier estrategia que presente la izquierda abertzale. Por más que en esta ocasión puedan llevar el engaño, en su afán de estar presentes en las elecciones de 2011, hasta situar en el mismo plano de «responsabilidades» por el «conflicto», al Estado y a la banda criminal. Los expertos creen que, si fuera preciso, llegarían a repudiar las actividades de ETA. Lo que sea menester, con tal de colar sus candidaturas. En este sentido, advierten de que serían pronunciamientos reversibles y, una vez conseguidos los escaños en las instituciones, las actuaciones de los elegidos se podrían volver a enmarcar en el independentismo vasco de carácter violento. La estrategia, a la que no es ajena ETA, tiene unos plazos dentro de todo el entramado terrorista. Las prisas de los «batasunos» en Pamplona demuestran, según las citadas fuentes, que no disponen de demasiado tiempo para ofrecer a los cabecillas de la banda un panorama en el que sea viable una nueva tregua, declarada o «técnica», que les permita continuar con sus «vías políticas».Lo que pueda hacer ETA en un futuro inmediato está condicionado, en cualquier caso, por su debilidad operativa gracias a las actuaciones de las Fuerzas de Seguridad. Sin embargo, un documento encontrado en poder de los abogados del entramado, detenidos por la Guardia Civil, planteaba una campaña de atentados de envergadura con el fin de presionar al Gobierno.