Las Medallas de las Bellas Artes la propiedad intelectual y la Constitución bastiones de la Fiesta

Desde los años 60 el Consejo de ministros concede a petición del ministerio de Cultura las medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Según el Real Decreto 3379/1978 del 29 de diciembre «La medalla se otorgará para distinguir personas y entidades que hubieran destacado de modo eminente en el campo de la creación artística y cultural o hayan prestado notorios servicios en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del patromonio artístico nacional». Desde el año 1996 le han sido concedidas a 15 matadores. Según esta ley el toreo puede ser considerado como creación artística y puede ser utilizada por el mundo del toro para fundar una base normativa con la que traspasar competencias del Ministerio de Interior al de Cultura.
Personalidades del mundo del toro se han reunido desde la prohibición en Cataluña en varias ocasiones para consultar a abogados y juristas y establecer una línea de acción que permita aprovechar la concesión de este galardón como comienzo. A su vez, el hecho de que los toreros se regulen por la relación laboral de los artistas en los espectáculos públicos, por el Real Decreto 1435/1985 de 1 de agosto, abre la puerta para que ,como artistas, puedan inscribir su obra en el registro de la Propiedad Intelectual.
Esto plantea incongruencias al ser denominados «creadores» jurídica y laboralmente, pero no gozar de los derechos que amparan a otros de su misma categoría, como la posibilidad de registrar una «creación artística taurina» y defender la propiedad intelectual sobre su creación.
Inconstitucionalidad
Por otro lado el texto constitucional ofrece diferentes vías para rebatir la medida aprobada por el Parlamento catalán. El artículo 20, que regula el derecho a la «producción y creación artística»; el artículo 46, que trata de la conservación del patrimonio cultural; y el artículo 149, que regula las competencias exclusivas del Estado en la conservación del patrimonio, dan la razón al mundo del toro.