Rivas rechaza que estuviera tras la «mordida» del «caso Mercasevilla»

sevilla- «Han destrozado mi vida personal y política y no sé por qué». Con estas palabras, el ex delegado de Empleo de la Junta Antonio Rivas resumió tres años «pagando y penando» en el «caso Mercasevilla». Ante el jurado, el ex alto cargo defendió que «jamás» en su trayectoria ha pedido comisiones y que es «total y absolutamente falso» que instara al que fuera director general del mercado central Fernando Mellet a solicitar a los empresarios de La Raza el pago de 300.000 euros más 150.000 de la instalación eléctrica para conseguir la gestión de la escuela de hostelería. Rivas indicó que la acusación de Mellet –no ratificada en sede judicial, al negarse a declarar– es «absolutamente falsa» y la achacó a que «se le habrá ido la cabeza» o lo dijo «por presiones de terceros». Rivas se limitó a contestar al fiscal Anticorrupción, a los letrados de los imputados y a su defensa, quien, no obstante, hizo suyas las cuestiones de la Fundación Mercasevilla y el PP para que no aleguen «indefensión» y tras aceptar el juez incorporar a la causa las declaraciones en sede policial y judicial del ex delegado.

Rivas explicó que conoció el proyecto de la escuela de hostelería en 2007, tras entrevistarse con Mellet y con su segundo Daniel Ponce, además de con los empresarios de La Raza Pedro Sánchez Cuerda y José Ignacio de Rojas, el presidente de la Asociación de Hosteleros Juan Robles y el presunto conseguidor de los ERE Juan Lanzas. En el encuentro se pusieron de manifiesto los problemas de mano de obra cualificada en el sector. El imputado interpretó que Lanzas era un «asesor» de La Raza. Rivas, ante la intención de crear «un consorcio-escuela», indicó a Mercasevilla y a los empresarios que «no había presupuesto», por lo que le sugirió una reunión con el director general de Formación, Juan Manuel Fuentes Doblado, para ver si era posible una subvención. Según Rivas, tenía instrucciones específicas de la Consejería de potenciar y «encauzar» este tipo de proyectos ante la coyuntura del sector, con cerca de 40.000 parados, si bien, el ámbito de las ayudas extraordinarias quedaba «fuera de mi competencia», señalando a la Dirección General. El propio Rivas, unos 20 días después, acudió a esta reunión, en la que se puso de manifiesto a los empresarios que se podían conceder hasta 900.000 euros «siempre que se cumplieran los requisitos de homologación».
Tuvo conocimiento de nuevo, según su versión, en septiembre u octubre de 2008, cuando Mellet le llamó «preocupado», ya que había un nuevo director general de Formación.
La nueva titular, María José Lara, explicó al ex delegado de Empleo que existían deficiencias en la petición. Se produjo otra reunión con Mellet, un empresario de La Raza, la directora general, el declarante y una funcionaria de la Dirección de Formación. En diciembre de 2008, en un consejo rector de la Consejería, Rivas conoce, según su declaración, la aprobación de la ayuda. El imputado negó que llamara en diciembre de 2008 y el 5 de enero de 2009 a Mellet para darle instrucciones sobre la «mordida» o colaboración «voluntaria» de los empresarios, destapada por una grabación a Mellet y Ponce. Llamó el 5 de enero, dijo, pero en relación con la salida de una allegada en la Cabalgata de Reyes. Rivas también señaló que la relación de los empresarios de La Raza con Mellet era «cordial y afable» y que también estuvo en otro encuentro en Islantilla «a instancia propia», para que los interesados vieran el modelo de la escuela onubense. El ex alto cargo recordó que en la Delegación hay «un registro auxiliar de la Consejería» al que llegan las peticiones de subvención, que van «por valija» a la Dirección General. Especificó que «cinco reuniones» para una ayuda tan importante «le parecen pocas, por lo que se pedía». Negó haber redactado ningún convenio previo. «Lo que hice fue desviar a la dirección de Formación», dijo. El letrado de Rivas recordó que en la grabación se dice que «desde el principio ha estado el propio consejero» cuando los empresarios preguntan por la implicación de la Delegación.