Sevilla
Zoido impondrá el «sentido común» en su alternativa al Plan Centro
El próximo 29 de julio, en el Pleno de Ayuntamiento, el Plan Centro quedará derogado pese a la negativa que el nuevo gobierno encontrará en la oposición (PSOE e IU). El descontento que ha conllevado su aplicación ha sido generalizado en la ciudad.
Taxistas, hosteleros, agrupaciones vecinales... La mayoría de colectivos afectados han mostrado su rechazo y, en las últimas horas, indignación al comprobar el «paripé» vivido desde el mes de marzo, fecha en la que las cámaras de vigilancia dejaron de estar activas. El alcalde, Juan Ignacio Zoido, adelantó ayer que a partir de septiembre se ejecutarán alternativas, pero siempre «desde el sentido común» y, consciente de que no se puede contentar a todo el mundo, tratando de consensuar y aplicar «racionalidad» para proteger el casco antiguo.
El primer edil aprovechó su visita a los trabajos de asfaltado del Puente del Cachorro para adelantar parte de sus planes para el centro histórico, algo que Juan Espadas exigía ayer mismo de cara al viernes 29, y analizar el informe de Movilidad que destapó la inoperancia del sistema de vigilancia.
«Lo que no puede hacer un gobierno es mentir como lo ha hecho el anterior, que decía que funcionaba. Nuestra obligación es darle una solución legal», expuso Zoido, que pretende reutilizar las 21 cámaras en puntos estratégicos que el tráfico demande para aprovechar la inversión y no descarta reclamar daños y perjuicios a quien corresponda. «Yo lo que sé es que no funcionaban; veremos a quién podemos reclamar, porque cada vez que pido un clausulado nos llevamos sorpresas», añadió al ser cuestionado sobre la posibilidad de que ni siquiera existiera un operador técnico para el control del sistema de vigilancia.
La responsabilidad resulta evidente, aunque hay quien tiene una visión particular. «El gobierno actual lleva un mes gestionando la ciudad, si en ese mes no ha funcionado ya tiene una parte de responsabilidad directa», se defendía el portavoz socialista, erigido ahora en el hombre de consenso de la ciudadanía, con propuestas que hace unos meses rachazó Monteseirín, y presagiando un regreso a «la ley de la jungla» en el centro de la ciudad.
El alcalde entiende que hay que ofrecer alternativas y, aunque se derogue el Plan Centro, continuarán las restricciones «como antes» de su implantación. «El entorno de la Catedral o la Alfalfa no han de tener el mismo nivel de protección que otras zonas», argumentó, al tiempo que anunció que los delegados de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, y Movilidad, Demetrio Cabello, planifican las opciones de aparcamiento –«milagros no se pueden hacer, aunque si en su momento se hubieran realizado las obras ya podría haber nuevos subterráneos en la corona del centro»–, mientras que Tussam mejorará las líneas que llegan al centro y establecer una serie de microbuses eléctricos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar