El tranvía consigue «saltarse» el 90 por ciento de los semáforos

Valencia- El transporte público, además de barato, tiene que ser eficaz para conseguir que el ciudadano deje el coche en casa. Con este objetivo, Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) ha desarrollado un sistema de preferencia semafórica para las líneas 4 y 6 de Metrovalencia en coordinación con los Ayuntamientos por los que discurre esta línea, puesto que son las Concejalías de Tráfico las que tienen que regular los semáforos. Estos cambios han permitido aumentar de 14 kilómetros por hora a 19 la velocidad media de los tranvías.
El 90 por ciento de la red de Metrovalencia dispone de diferentes grados de preferencia semafórica. La absoluta es la que permite a los tranvías circular continuamente con las señales en verde, una modalidad imposible en Valencia, según explican desde FGV, puesto que hay demasiado tráfico de vehículos y además el tranvía está muy integrado en el casco urbano.
Por ejemplo, en la zona universitaria y con las frecuencias de cinco minutos por sentido de las Líneas 4 y 6 en algunos cruces, las retenciones de vehículos de motor serían insostenibles. En la plaza de Catalunya los coches estarían parados cuatro minutos seguidos en hora punta.
Por ello, FGV ha optado por otras opciones. La denominada prioridad «total» está implantada en el 65 por ciento de la red tranviaria de Metrovalencia. Para que se realice la apertura de semáforos en una intersección es necesario que el regulador semafórico detecte la presencia de los tranvías. El semáforo se pone en verde para el tranvía antes de que llegue a la intersección. El detector semafórico es un dispositivo instalado en la señal que obedece a las instrucciones enviadas desde la Concejalía de Tráfico correspondiente.
El siguiente nivel es el «parcial» y se aplica al 25 por ciento de la red. Depende del tráfico, se puede obtener o no la preferencia frente al resto de vehículos.
Sólo el diez por ciento del recorrido del tranvía está sometido al «ciclo de tiempo automático», donde no tiene ninguna preferencia.

Velocidad adquirida con los años
En la prioridad semafórica es fundamental la detección del tranvía para poder darle preferencia en su circulación. En los primeros años de la reimplantación del tranvía (1994) se apostó por el que era el sistema más moderno y fiable, el de localización de las unidades a través de balizas que detectaban el paso de convoy cuando recibía una señal de infrarrojos emitida por el mismo. Con este sistema, el regulador semafórico adelantaba el cambio a verde si la señal estaba en rojo, pero no podría cambiar directamente. Las velocidades medias que se consiguieron fueron de 14 kilómetros por hora, pero en puntos como el Pont de Fusta se quedó en nueve.