Conciliación

Chocar con la Ley por Manuel COMA

La Razón
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Si cultura tiene muchas definiciones, multiculturalismo no menos. Mientras se trate de respeto a la diferencia tiene encaje en el mundo democrático. Pero ése es un mundo de naciones que requieren la primacía en la identidad colectiva de sus ciudadanos y un alto grado de lealtad a la misma. En la medida en que la invocación al multiculturalismo pretende la preservación inmaculada de las identidades colectivas a costa de la de los anfitriones, estamos debilitando la nación receptora y los fundamentos de su democracia, que exige igualdad ante la Ley, por encima de la diversidad. Esa igualdad no puede menos de trascender a otros muchos planos de la vida social, donde hay que buscar un equilibrio entre la tolerancia de lo extraño y el respeto que lo foráneo debe a lo local y propio, con la sólida presunción de que es el que llega el que tiene el compromiso de adaptarse.

Si las costumbres importadas chocan con la Ley y la moralidad imperantes (desde la castración femenina a un largo etc), si se trata de inmigrantes decididos a no integrarse, convencidos de que su superioridad moral vencerá nuestro decadente relativismo, tenemos un problema con el que hay que enfrentarse.