Grecia

Futuribles por Ely del VALLE

La Razón
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Primero fueron las reformas las que nos iban a sacar de agujero, después, los ajustes; más tarde fiamos nuestra mejoría al saneamiento de las entidades financieras y en última instancia, hemos rezado al olimpo de los dioses griegos para que la victoria de Samaras nos echara un cable. Da igual. Nada funciona en nuestro beneficio. A los mercados les trae al pairo la hoja de ruta europea, evidenciando con ello que mercados y políticos van con el paso cambiado, y que por desgracia son los primeros los que tienen en sus manos nuestras haciendas y nuestro futuro.

Dice el presidente Rajoy que los resultados electorales en Grecia son una buena noticia para España, y los expertos, que todavía es demasiado pronto para notar los resultados y que habrá que esperar a ver si los políticos helenos son capaces de formar un Gobierno medianamente decente antes de que los inversores decidan confiarnos sus garbanzos. Supongo que si fallan de nuevo en sus predicciones nos emplazarán a las elecciones norteamericanas para seguir alimentando una esperanza que adelgaza a medida que engorda el interés de nuestra deuda.

Sin embargo, no hace falta saber demasiado ni de economía ni de política para sospechar con mucho fundamento que el principal problema va a ser que nadie sabe exactamente ni lo que pasa ni por qué pasa.

Da lo mismo que los dirigentes de los países más poderosos de la zona euro se trasladen con sus sherpas económicos de una cumbre a otra haciéndole la competencia a Edurne Pasabán: la sensación, cada vez más fuerte es que Europa sigue dando palos de ciego a ver si por una de aquellas acierta de chiripa con la piñata de la recuperación, y estarán conmigo en que la imagen no es precisamente de las que tranquilizan.