Murcia

Piquetes agresivos por José Clemente

La Razón
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Esta Cresta del Gallo debía llevar por título «Piquetes coercitivos», pero la violencia desatada por los «jefes» de esos grupos de presión sobre quienes no secundaron la huelga general, me hizo cambiar a última hora por este otro más ajustado a los hechos vividos ayer en toda España y, especialmente, en la capital del Segura. Vaya por delante que llamar a esos grupos de alborotadores y metemiedos «Piquetes informativos» es, poco menos, que un procronismo comparable a la imagen que nos resultaría al ver a un «australopithecus» manejando un iPad. Pues lo mismo. Llamar «piquetes informativos» en la era de Internet y las redes sociales a lo que se asemeja a un «comando», banda, camarilla o «grupo de coacción» es edulcorar, y no de manera inocente, una denominación a todas luces absurda, errática y anacrónica. Nadie, ni el «australopithecus» del iPad, necesitaba ser informado de la huelga general, excepción hecha de los propios convocantes que movilizaron a sus violentos legionarios (liberados sindicales) para asegurarse que algo, al menos algo, paraba en este país. Y bien escasamente que lo lograron, aunque ya sabemos que para los sindicatos resultó un éxito sin precedentes. Los agresivos piquetes menos informar hicieron de todo, como bien ilustramos en nuestras páginas, y aunque el delegado del Gobierno esté en la obligación de restarle importancia, la violencia y el miedo se vivieron en muchos lugares de Murcia, donde grupos de fascistas pasaron por encima del derecho al trabajo que tanto reivindican. Una huelga general, un fracaso general, que salvaron por los pelos con una manifestación menos concurrida que en otras ocasiones. ¡Ay, qué país!